I have a girlfriend (Chaesoo)

Capítulo 17: ¿Amiga?

"Te espero entonces" Fueron las palabras de Baek antes de que su hija se marche hacia su respectiva clase.

Habían tenido una pequeña conversación después de lo acontecido, con preguntas simples y comentarios divertidos para alivianar el ambiente en la que ellas se encontraban. Fue entonces que, después de un largo silencio, la mayor le pidió el favor de acompañarla a dar una visita a la casa de su madre. Jisoo no supo cómo responder ante ello, sobre todo a la mirada que se le fue dada junto aquellas palabras. La primera excusa que puso la maestra fue claramente su trabajo, aún faltaba algunas horas para que pueda retirarse de la escuela, y eso, en cierta manera, la había calmado un poco. La pequeña necesitaba un respiro, toda esa situación la había dejado cansada, ni siquiera podía procesar la repentina aparición de aquella mujer; sin embargo, Yujin se sentó tercamente en su lugar, cruzando su pierna derecha sobre su izquierda, al igual que sus brazos, mientras ponía una expresión decidida en su rostro sin pensar irse de ahí sin la compañía de su hija. La pelinegra no tuvo de otra que suspirar y asentir a su pedido, rendida.

Le fue un alivio que Chaeyoung entendiera la situación, pero aún así, le ponía un tanto triste que la rubia regresara sola a casa. Tal vez era el hecho de que esa misma tarde no vería su hermoso perfil bañado por la luz del atardecer que normalmente se escabullia por las ventanas del autobús. Quizás porque ya no vería la sonrisa que adornaba su adorable rostro al ver los paisajes que los demás pueblos vecinos le regalaban en el viaje. No lo sabía muy bien, pero estaba segura que esa tarde la extrañaría tanto que no dejaría de pensar en ella y en los besos que no estaba dispuesta a perder.

Así fue que, después de terminar su jornada de trabajo, Jisoo se encontraba con Yujin caminando en dirección hacia la casa de su abuela. En algunas ocasiones miraba a su madre con disimulo mientras seguían el camino que las dos ya tanto conocían. Jisoo pudo observar nuevamente el traje costoso, los pendientes que llevaba, el bolso colgando en su hombro y su perfil tan cuidado y serio; por lo que no pudo evitar sonreír con una pizca de admiración hacia ella. Jisoo suspira en su lugar, pensando en hacerle una llamada a Chaeyoung una vez que su madre se marche de allí.

"Parece que ella aún sigue aquí" Suelta Baek al estar frente a la casa ya más restaurada. La maestra sonríe débilmente, entendiendo perfectamente lo que sus palabras significaban.

"Sí" Afirma ella, dirigiéndose a la puerta con algo de nostalgia. "No vine aquí hace mucho tiempo, pero hace como casi un mes y medio tuve la valentía de cruzar por esta puerta y restaurar todo lo que quedaba" Le cuenta mientras abre la puerta e ingresa a la casa, sintiendo a la mayor seguirla desde atrás. "Limpie todo, arreglé algunas cosas en la cocina y los baños, el jardín trasero está tal y como mamá Young le gustaba, y..."

"Y los hermosos guardianes están nuevamente cuidando la casa"

La maestra sitúa su mirada a la mayor al escucharla, observando como acariciaba el cuadro que se situaba en el centro del conocido mural.

Eran ellas.

En la fotografía estaban ellas tres.

Estaba su abuela junto a su madre cargandola en brazos. Había tanta felicidad en esa foto que ciertamente la confundía. Al menos aquel característico cuadro fue uno de sus consuelos cuando de niña era ignorada por la misma mujer que esa mañana la había abrazado. Podía verse a ella misma, pero en una versión más pequeña e infantil, mientras veía la fotografía, pensando y mirando.

"Cuando era pequeña agradecía a mamá Young en silencio por colgar cada cuadro en la pared"  Empieza a contar Jisoo, logrando captar la atención de Yujin. "Tenía dos razones para eso. La primera era que, debido a que la mayoría de fotografías eran mías, me daba a entender que ella me amaba" Las dos mujeres sonríen involuntariamente. "La segunda era más bien dirigido a ese cuadro en particular" Lo señala con un movimiento de su mentón. "Me hacía pensar que al menos, en algún momento de tu vida, te gustaba tenerme en tus brazos" Esta vez mira a los ojos de su madre, quien estaba haciendo lo mismo en silencio, sin mucho que decir. "Que podías sonreír... Que podías sentirte feliz"