Habían pasado semanas desde aquel incidente en la casa de los Park. Al final, Baek Yujin había aceptado los deseos de su hija y finalmente la casa de la señora Young quedo a manos de Jisoo. No gastó dinero para ello, ni luchó contra su madre como ella había pensado que pasaría. Todo lo contrario, la mayor le había ayudado en todo momento para que la casa pase a nombre de ella rápidamente. Fue apenas ayer que le había agradecido por todo, y Yujin se alegró al pasar un tiempo a solas con su hija en la comodidad de su departamento. No hubo nada forzado, las conversaciones fluían por sí solas, por lo que Jisoo se fue de allí con una suave sonrisa de satisfacción al notar que las cosas iban avanzando entre ellas.
Ahora, Jisoo se encontraba mirando las estrellas pegadas en el techo con detenimiento, pensando en silencio. El sonido de su respiración se mezclaba con las palabras imaginarias que soltaba su desordenada mente. Todo iba hacia un solo pensamiento, y eso era lo rápido que pasaba el tiempo. El año estaba por terminarse, y durante todo ese trayecto habían pasado tantas cosas, que su yo del pasado no se imaginaba poder estar justamente ahí, echada en la cama de Chaeyoung mientras admiraba la comodidad que su habitación embargaba.
La maestra suspira, recordando que el paseo escolar estaba pronto a realizarse, al igual que el esperado matrimonio del primo de Chaeyoung, siendo ese el motivo para aparecer de imprevisto en el departamento de su novia.
Justo esa mañana, mientras volvía de una inusual caminata matutina, se encontró con la carta de invitación de la boda en su buzón de correo. El material era tan lujoso que no pudo evitar quedarse maravillada ante ello. Compartía colores entre el negro, blanco y dorado, y su sonrisa fue enorme cuando sus ojos leyeron con claridad su nombre al lado del de su novia.
No subió a su departamento después de eso, de hecho, estuvo observando la invitación en sus manos por un buen tiempo antes de voltear sus pies con dirección a la salida del edificio e ir corriendo para tomar el primer taxi que viera por ahí. Por ello, no se sorprendió cuando Chaeyoung la recibió con su cabello alborotado como un león, mientras trataba de acostumbrarse a la luz que cada minuto resplandecía más en su sala. Menos cuando, al entrar, pudo divisar las manecillas del reloj de pared marcar las siete en punto del día.
Chaeyoung no se quejó de la hora, es más, saltó de alegría y la abrazó al tenerla allí nuevamente. Al parecer, la rubia se había acostumbrado tanto al cariño que le brindaba, que no podía evitar extrañarla al tenerla tan lejos por mucho tiempo. Adoró cuando Jisoo, ni bien entró a su departamento, la abrazó por el cuello para regar un montón de besos por todo su rostro.
Fue así que, a regañadientes de la pelinegra, se separó para ir al baño hacer su aseo personal. Jisoo por lo tanto, decidió esperarla en su habitación. La invitación aún seguía en su bolsillo trasero a la espera de ser entregada, y la maestra seguía ahí, ansiosa que su novia aparezca nuevamente frente a ella.
Su pie se movía inquieto, y las estrellas se empezaron a reír por la impaciencia que Jisoo mostraba en esos momentos.
"Me siento un poquito mal" La voz de cierta rubia finalmente logra detener sus movimientos en la cama, y con confusión, se sienta en la misma para ver a Chaeyoung ya más despierta.
"¿Por qué lo dices?" Pregunta Jisoo, estirando su brazo para que Chaeyoung tome su mano. Ella lo hace poco después de restregarse su ojo derecho, y la pelinegra, algo enternecida, la atrae para que se siente con comodidad en su regazo. Le gustaba esa posición, era una de sus favoritas, sobre todo cuando Chaeyoung enrrollaba sus brazos alrededor de su cuello y se escondía en este para aspirar el aroma que su cuerpo desprendía.
El estornudo que escucha luego fue la respuesta a su pregunta, por lo que sus cejas se levantan cuando otro más fuerte ataca el cuerpo encima de ella. Chaeyoung se deja ver esta vez, logrando soltar un quejido adorable ante lo sucedido.
ESTÁS LEYENDO
I have a girlfriend (Chaesoo)
FanficPark Chaeyoung acaba de cumplir veintisiete años y aún no ha tenido novia. Aquel hecho no le había importado sino es hasta el día de su cumpleaños, debido a los insistentes reclamos de su familia al verla sin pareja a esa edad. Por esa razón, no tuv...