Blurry Eyes | Dahmo

Chapter V: "An intense night?"

“Kim Dahyun me ha parecido una chica muy amable. A simple vista, parece que se preocupa mucho por sus seres queridos, y en general, creo que es alguien muy humilde.

Lo he comprobado esta mañana, ya que me ha ayudado después de mi caída por llegar tarde. Ella y el chico con el que sale… Creo que, bueno, no tengo nada que decir sobre él, ni siquiera hemos cruzado palabra, sin embargo, Dahyun es interesante.

Parece que la plática entre nosotras fluye sin ningún inconveniente. Y eso, me gusta, parece ser alguien que puede comprenderte sin juzgarte, pero sinceramente, me da miedo abrirme. Hace mucho que yo no hablo de lo que siento, y tanta gente me ha decepcionado que no tengo ganas de confiar o conocer a alguien más.

Mi círculo me basta. Sana y Mina son mis mejores amigas. Y las adoro, siempre están a mi lado, pero admito, que algo de la personalidad de Dahyun me da curiosidad, y creo que, quizá pueda ser capaz de abrirme…”

Brrr. Brrr.

El sonido de su teléfono vibrando interrumpió a Momo, que se encontraba escribiendo su reporte de orientación. Rodó los ojos, odiaba que la interrumpieran mientras hacía sus deberes escolares, pero aún así tomó su teléfono y revisó sus mensajes:

1.00 p.m. Hirai Kazuo:
“Momo, tu madre y yo te enviamos más dinero. Nuestro viaje a Seúl se atrasará, tenemos otro compromiso, aún no tenemos fecha. Avísame si necesitas algo.”

Rodó de nuevo los ojos al leer de nuevo ese mensaje que llevaba ignorando todo el día, lo borró de la barra de notificaciones por quinta vez en el día y leyó el verdadero nuevo mensaje.

9.37 p.m. Myoui Mina:
“Mamá y papá subieron a su habitación. Qué asco. No dejes que me traume, ¿puedo ir a dormir en tu apartamento?”

Momo rió de inmediato a leer el mensaje, y sin dudar contestó:

Of course, tonta, ni siquiera sé por qué preguntas. Otras veces, simplemente llegas y te acomodas.
9.38 p.m.

Llegaré cuánto antes, ayuda.
9.38 p.m.

Sonrió al leer su mensaje y luego se dispuso a acabar su reporte antes de que llegara Mina. Al terminar, guardó y acomodó sus cosas para el día siguiente.

Finalmente, después de diez minutos, llegó Mina.

—Traje cereal, solo para que después no digas que soy malagradecida —dijo y entró apenas Momo abrió la puerta, seguidamente aventó dos mochilas al sofá y se tiró en él.

—¿Qué tienes ahí? —preguntó la mayor, señalando la mochila.

—Drogas —dijo sin titubear. Momo ya sabía que era broma, así que rodó los ojos—. Obviamente mi uniforme y mis cosas para mañana.

—Así que, aparte de que mi apartamento es posada para ti, ¿también seré chófer? —preguntó riendo.

—Sinceramente, creo que en eso terminarás —bromeó—, pero tranquila, seré cliente frecuente.

Momo rápidamente le jaló un mechón de pelo, a lo que Mina claramente se quejó. Ella rió y luego le revolvió el pelo a su amiga.

—Te odio —susurró Mina, observando distraídamente su teléfono.

—También yo —dijo Momo, quién caminó hasta la cocina para traer platos, leche y un par de cucharas—. Sin embargo, te dejaré dormir en mi casa, te llevaré mañana a la escuela y te estoy sirviendo la cena, ¿qué más quieres de mí? —le habló mientras le ofrecía el cereal y luego se sentó en el sofá con ella. Mina con una sonrisa agradeció el gesto y tomó el control remoto para poner algo en la pantalla.