Ejército De Demonios

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Ambar

Si tal vez no estoy pensando bien las cosas, pero. Como pensar cuando la lungua de abdel estaba entre mis piernas robando cada gota que sale de de mi cuerpo.

Siento como succiona y chupa mi botón, con sus dedos en mi interior hacian un gran labor. Siento como mi vientre hormiguea y mi interior se aprieta al rededor de sus dedos, este acelero los movimientos y lamio y chupo con fuerza mi clitoris.

— sie....siento que... — no termine la palabra, me derrame en su boca mi pecho sube y baja mi respiración es un caos.

— deliciosa — dijo lamiéndose los labios.

Lo tomó de su corbata y lo jalo dejándolo de bajo de mí. Me siento a horcajadas y empiezo a despojarlo de su ropa, abdel me mira con deseo pero hay algo mas en su mirada que no logro identificar, me desago de la última prenda que cubre su fornido cuerpo. Su Ereccion grande y grusa salta a mi vista.

— creo qu....que eso...me va a lastimar — su pecho se remueve por  una carcajada ronca y varonil, mis nervios se hacen presentes y actuó con torpeza.

Reparto besos por su abdomen hasta llegar a su clande. Lo tomo con mis dos manos firme aunque todavía me siento nerviosa, subciono y mordisqueo la punta de su pené, abdel gruñe por lo alto siento como su Ereccion crece can cada lamida de mi lengua, llevo su pene hasta lo más profundo de mi  garganta acelerando las embestidas con mi boca juego con sus testículos acariciandolos y ultrajandolos, abdel me toma del cabello con brusquedad obligándome alzar la vista, mis ojos se cruzan con un gris tormenta.

— N...no puedo....aguantarlo.....más necesito estar.....dentro de ti — dice despertando el deseo en mi entrepierna, me toma de la cintura y me monta a horcajadas dejando mis piernas al rededor de sus caderas— tu cuerpo es tan pequeño y tan fácil de  maniobrar— su voz es firme pero ronca por la excitación.

Siento cuando pone la punta de su miembro en mi entrada, gimi de dolor y placer cuando se entierra en mi interior mis ojos lagrimean y abdel me observa preocupado.

— ¿te hice daño? lo.....Lo siento — balbusea — Si quiere podemos dej.....

— No — lo interrumpo —  solo....dame un....minuto, es que er...eres demasiado grande — abdel me sonríe apenado.

— Nisiquiera voy en la mitad — abro mis ojos con sorpresa.

No es que sea virgen pero llevo mucho mucho tiempo sin tener relaciones y no hace falta decir que su miembro no es como el de cualquier ser humano. Respiro profundo para acostumbrarme, abdel empieza a repartir besos, lamidas, mordidas por mi cuello y mandíbula, baja hasta mis senos para llevarse una a la boca y pellizcar el otro, no demoro mucho para dejarme en volver por el deseo y la lujuria.

— ya...ya estoy lista — le hago saber, mueve la cabeza asintiendo y mueve sus caderas debajo de mi, tan despacio y tan firme para no lastimarme.

Siento como llena cada centimetro de mi cuerpo y mis piernas tiemblan y mi vagina palpita de placer, gimo cuando se entierra por completo dentro de mi, no se como explicar lo que se siente tenerlo dentro es dolor, placer y deseo se siente tan bien.

— eres tan estrecha  — suspira besando mis labios — nunca me había sentido así — dice asiendome sonreír.

Abdal me toma de las caderas invitándome a moverme. Muevo mis caderas con firmeza sobre su miembro, lo sacó por completo y con un salto lo entierro lo mas profundo dentro de mi haciéndonos gritar a ambos de placer. Enserio jamás había sentido algo como esto, acelero los movimientos de mis caderas cuando siento sus dedos estimular mi clitoris aumentando mi placer, lleva uno de mis pesones a su boca modiendo y chupando al tiempo que con su palma abierta le pega a una mejilla de mi trasero, siento el ardor en la zona vuelve a golpiar mi trasero robandome el aire aceleró mis movimientos meniando mis caderas en círculos y saltando en su miembro.

Un Demonio que escapó del reino de las sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora