Ares camino hacia el campo de entrenamiento. Entrenar para el era una manera de saciar su rabia, allí espera encontrar algo de paz, pero cuando llegó pudo ver a su hermana Atenea en el centro del campo practicando tiro con arco.
Atenea volteo para ver quién había llegado, cuando vio que era Ares, solo sonrió arrogantemente y soltó la flecha de su arco dando justo en el centro del tablero.
-¿Una competencia de tiro, Hermanito?- Atenea pregunto con arrogancia.
Ares no cambio su semblante serio, solo tomo una de las espadas y la arrojó a los pies de Atenea, luego tomo otra para si mismo.
-Si eres tan buena podrás ganarme una lucha de espadas- Ares desafío mirándola fijamente sin cambiar su expresión.
Atenea tomó la espada y sonrió- Hace siglos no tenemos un duelo de espadas, la última vez si no mal recuerdo yo obtuve la victoria.
Ares siguió con la misma seriedad en su cara, pero Atenea pudo sentir que estaba haciendo un gran esfuerzo por no gritarle.
Sin nadie que a su alrededor los dos dioses de la guerra comenzaron su enfrentamiento.
Atenea comenzó el enfrentamiento tratando de derribar a su hermano, pero Ares esquivo cada uno de sus golpes.
La diosa siguió abalanzándose hacia el dios de la guerra con movimientos ágiles, pero Ares los esquivaba, hasta ahora esa era la técnica de Ares, ni siquiera trataba de empujar a su hermana.
-Solo esquivas mis ataques porque no te atreves a luchar conmigo- Atenea trato de incitar a su hermano a pelear.
-Nunca fuiste buena para pelear con palabras- Ares la empujó lejos de él y tomo su espada listo para pelear de verdad con ella.
Atenea sonrió y tomo bien su espada, ambos se lanzaron a luchar con toda su fuerza. Era una pelea justa, pero no iba hacia ningún, ya que con el pasar del rato ninguno de los dos se había rendido y ninguno había ganado el enfrentamiento.
La diosa de la sabiduría decidió provocar a su hermano para que se desconcentrara y fuera más fácil tomar la victoria del enfrentamiento.
Entre sus respiraciones pesadas Atenea dijo- Pronto tendremos tu boda, hermano, esperemos que tú nueva esposa no le parece lo mismo que a Eni- Antes que Atenea terminara de decir la oración un golpe duro fue depositado en su mandíbula haciéndola caer de espaldas al suelo.
La calma de Ares por fin se había agotado, Atenea sonrió y cuando trato de levantarse fue empujada devuelta al suelo. Ares tomo su espada y se abalanzo al cuello de su hermana pinchándole el cuello con el filo de la espada como advertencia.
-No sobrepases tus límites, bastarda- Ares escupió las palabras con furia y asco- Que aunque seas una diosa no dejas de ser una simple escoria como los otros hijos de mi padre.
Atenea trato de levantar la mano para apartar la espada de su cuello, pero el movimiento fue captado por Ares, quien piso la mano de su hermana para que no pudiera moverla.
Atenea siseó por el dolor.
-No estás tratando con un niño o con alguno de tus lacayos, estás tratando con el legítimo dios de la guerra- Ares le dijo a su hermana clavando un poco más la punta de su espada en el cuello de esta.
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Elitista | La deshonra de una dios #1
FantasyEl destino de cada uno estuvo sellado desde que Cronos derroco a su padre Urano. Siglos después Zeus lo derroco, cómo es costumbre la historia ama repetirse, pero antes de llegar al fin hay que pasar por un largo caos. (Está historia sigue en edició...