Capitulo 4: La gran fiesta

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Zeus bajo de su trono y fue a hablar con algunos invitados, Dionisio se quedó charlando con sus maestros, mientras que Thea no sabía que hacer.

-parece que no tienen la intención de hablar conmigo- Thea pensó- son muy hermosas.

Una de ellas es lo que uno llamaría una verdadera belleza, Cabello rubio que llega a su cintura, ojos del color del mar, una cara dulce, una sonrisa victoriosa que brillaba más que el oro- Thea detallo a una de las mujeres- La otra es muy hermosa, pero no tiene la misma felicidad que la rubia en su rostro, tiene su cabello oscuro en una cola desordenada, sus ojos oscuros muestran poca humanidad, igualmente no dejan de ser hermosos como misteriosos.

La mujer de cabello oscuro bajo y se dirigió a la fiesta sin mirar atrás.

-No le hagas caso, ella es así siempre- La mujer rubia hablo- Soy Afrodita.

-Thea- se presentó la menor

La rubia se acercó y tomo la mano de la niña

-Ven, vamos a caminar por el salón- Y con eso se la llevó arrastrando abajo

Thea no objetó.

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Atenea estaba furiosa.

¿Como se atrevió a humillarme así?- pensó Atenea sintiéndose sumamente enojada como impotente.

Salió del salón intentando calmarse y se dirigió a los jardines donde se encontró con quién menos quería ver esa estúpida noche.

-pero si es la hija predilecta- alguien río por detrás.

-Tío Poseidón- Atenea saludo amablemente, aunque en lo personal no le agradará su tío.

-Veo que que el destino no te favoreció está vez- Poseidón se burló de su sobrina.

-En realidad, todo está más que bien, tio- Atenea mintió

-¿En serio? Esa niña no parece del tipo al que tú entrenas- el hombre molestándola- Afrodita se veía muy contenta.

-Disculpe, tío, voy a volver a la fiesta- Atenea se alejo no queriendo pelear con su miserable tío hoy.

Algo se estaba tramando en la mente de la diosa de la sabiduría.

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-¿Hacia donde vamos?- Thea pregunto

-Te presentaré a mis hijos- contesto Afrodita con una sonrisa- Ahí están

Se acercaron a unos jóvenes.

-Madre- uno de ellos saludo- Tu eres Thea, ¿No es así?

Thea asintió

Parece conocerme Thea pensó- es igual a Afrodita.

-Nos vamos a llevar muy bien, soy Eros- el chico sonrió- Ellos son mis hermanos, Harmonía y Anteros.

Ambos chicos saludaron con una sonrisa, Thea no pudo evitar devolverles la sonrisa

-tal vez el Olimpo no sea tan malo

-El baile comenzara pronto- Afrodita saco a Thea de sus pensamientos- Iré a buscar a Hefesto para el primer baile.

Con eso se fue, dejando a Thea sola con los hijos de la rubia.

-¿Quieres bailar?- El chico, Anteros, le ofreció su mano.

Thea la tomo

-Solo te advierto que no soy muy bueno en esto- El admitió.

-yo tampoco.

Ambos chicos se acercaron más al centro donde estaban todas las parejas pudo distinguir a algunas.

En el centro estaban Zeus y la mujer del trono, a otro lado estaban Apolo y Artemisa, del otro Ares y una mujer que no distinguió, pero Afrodita opacaba a todos mientras bailaba con un hombre de aspecto robusto.

Los dos jóvenes comenzaron a bailar, aunque ninguno era buen bailarín pudieron divertirse bailando juntos.

-Fue un buen baile- Anteros dijo con una sonrisa

-Si, lo fue

Thea observo de nuevo el salón.

Pudo ver a su padre y a esa mujer pelear, aunque parecía que nadie se daba cuenta.

O simplemente prefieren fingir que no pasa nada.

-¿Estás bien?- Su acompañante llamo su atención.

-Si, solo necesito algo de aire- Thea contesto- ¿Nos vemos luego?

-Claro, nos vemos.

Thea se dio la vuelta y se marchó

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Thea se dirigió a las grandes puertas para marcharse del salón, pero fue detenida por alguien

-¿A dónde vas?- Apolo pregunto poniéndose delante de ella para evitar su paso.

-Afuera- Thea contesto como si fuera obvio.

-No prefieres bailar con tu hermano antes de irte?- Apolo le ofreció su mano junto con una sonrisa

La actitud de Apolo sorprendió a Thea, ya que su hermano no había tratado de ser amable con ella desde que se habían conocido.

-Claro, no veo porque no- Thea acepto su mano para bailar.

A diferencia de su baile con Anteros, se sintió rara, sintió que Apolo la jalaba mucho. No fue para nada un baile gratificante.

Apenas terminó la canción Thea trato de mancharse, pero Apolo tomo su muñeca.

-Es de mala educación irse sin despedirse- la cara de Apolo seguía con una sonrisa intacta, pero sus ojos reflejaban sus emociones.

-Perdon, Adiós- La joven trato de darse la vuelta para irse, pero el agarre en su muñeca no se aflojó.

-Sueltala, Apolo - Una voz femenina hablo desde la puerta

Ambos se exaltaron al escuchar a alguien.

Thea miro hacia la puerta para ver a esa misma mujer de cabellos oscuros.

-Nunca cambias ¿No, hermano?- Atenea se burló

-igual que tú- dijo evidentemente fastidiado.

Apolo solo a Thea y se estaba por marchar, pero volteo a ver a Thea.

-Te cuidado, Afthea.- Dijo el hombre rubio antes de marcharse por completo

¿A qué se refería Apolo?

-Supongo que no he tenido la oportunidad de presentarme adecuadamente- Ella comenzó- mi nombre es Atenea.

-es un placer- Thea Sonrió- soy

-Afthea, lo sé

-Si, algo así

Las dos se quedaron calladas por un rato.

-¿Quieres acompañarme a probar los postres- Atenea pregunto con una sonrisa- La comida del Olimpo es muy buena.

-Eso me encantaría

Ambas se fueron sin saber que alguien las observaba


podemos encontrar la felicidad en los brazos de quienes menos esperamos




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Elitista | La deshonra de una dios #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora