幽灵界 | Mundo Espíritu

Capítulo 10: Desconocido (3)

El pueblo revela la imagen completa, alrededor de 30 hogares, casas independientes.

Los niños corrieron hacia la calle más ancha del pueblo y se dispersaron por separado.

Metatrón y Mammon se pararon en la barrera invisible, mirando alrededor.

—Hay una panadería—. Los ojos de Mammon se iluminaron, señaló el mostrador de madera, y un baguette largo, duro y negro apareció en su mano.

Los labios de Metatrón se movieron ligeramente.

—Dejé una moneda de plata—. Mammon parecía saber lo que quería decir, así que rompió un trozo y se lo entregó.

Metatrón lo tomó y lo apretó en su palma.

Mammon rompió otro trozo y se lo puso en la boca, pero lo escupió rápidamente, —Aquí se necesita una industria de catering [1] bien desarrollada—. Miró a su alrededor y vio a un joven ángel rubio que vestía un saco viejo, y dijo, —industrias textiles y de la moda.

Metatrón no estaba interesado en los negocios en absoluto, y solo sonrió cooperativamente.

Mammon ya se había acercado, —Oye, ¿hay un lugar para quedarse aquí?

El joven ángel rubio giró la cabeza lentamente, y pasó alrededor de un minuto antes de que dijera: —¿Eh?

Metatrón se acercó con preocupación en sus ojos.

Mammon susurró en el idioma de los ángeles.

Los ojos de Metatrón brillaron, como si hubiera regresado a la época en que Lucifer no había guiado a los ángeles caídos.

Es una pena que el joven ángel todavía no respondiera.

Mammon pensó por un momento, luego bajó la voz, —¿Ba Bo Li ka, Yi Xi Tan Bu La?

El ángel lo miró sin comprender.

—¿Es este el último idioma del Infierno? — Metatrón tampoco entendía.

Mammon dijo: —Si te gusta, puedo regresar y encontrar algunas personas para difundirlo en línea

Metatrón dijo: —Entonces esto es...

Mammon dijo: —Tonterías. Solo quiero probar si no puede hablar en absoluto.

—¿No pueden hablar? — Metatrón tomó un turno para averiguar a qué se refería. En su cognición anterior, nunca pensó que los ángeles no pudieran hablar. Porque en el cielo, todos los ángeles están iluminados desde su nacimiento y pueden comunicarse en el idioma angelical.

Mammon dijo: —No tienen la capacidad de aprender idiomas.

El corazón de Metatrón se hundió. El árbol del fruto de la sabiduría se ha quemado y, a menos que Dios lo vuelva a plantar, estos ángeles solo podrán vivir así.

Mammon lo consoló, —Tal vez es solo este pueblo.

Metatrón dijo de repente: —Si no pueden hablar, ¿cómo saben los niños cómo llegar a casa a tiempo todos los días?

Mammon se quedó desconcertado.

Una ola de esperanza se elevó en Metatrón, —Debe haber una forma de comunicarse.

Mammon dijo: —Vamos a comprobar de casa en casa.

La forma más estúpida.

También es un último recurso.

Afortunadamente, estos ángeles aún no han abierto su sabiduría, por lo que no tienen ninguna hostilidad hacia los extraños, lo que permite que Mammon y Metatrón los hostiguen de casa en casa sin ninguna queja -- aunque a Mammon y Metatrón les gustaría que balbucearan.