幽灵界 | Mundo Espíritu

Capítulo 28: Invitación (3)

Las baldosas del suelo son como un inmenso cielo nocturno, un revoltijo de estrellas que brillan y resplandecen.

Los muebles de marfil son exquisitos y grandiosos, bañados por la luz de una bola blanca de luces que flota en el aire.

Hippe estaba deslumbrado. Desde el momento en que entró en el infierno, sus ojos a menudo no eran suficientes.

Murdoch agitó la mano.

Como una cadena de collares de perlas, las bolas de luz blanca volaron frente a él una por una, se alinearon en una línea y se conectaron al frente de las escaleras.

La escalera se iluminó lentamente, tan suave como la luz de la niebla de la mañana.

—Por favor—. Murdoch dio un paso adelante.

Mammon dijo de repente: —Espera.

Murdoch se detuvo y lo miró con respeto.

—Creo que este amigo necesita un lugar para él solo—. Mammon señaló a Hippe.

Hippe miró con inquietud a Metatrón. No había olvidado que detrás de la ostentación y el glamour había peligros desconocidos.

Metatrón miró a Mammon confuso.

—Nosotros también necesitamos un poco de privacidad—. Mammon sonrió débilmente, —ten por seguro que, aunque el Infierno nunca ha sido sinónimo de benevolencia, es incuestionablemente hospitalario. Literalmente.

Sin mediar palabra, Murdoch se dio la vuelta y condujo a Hippe de vuelta. Como un buen mayordomo vástago, sabía exactamente qué hacer y cuándo hacerlo para complacer a su amo.

Obviamente, lo hizo bien de nuevo esta vez.

Mammon en persona llevó a Metatrón arriba: —Esto se llama Escalera, y es la obra ganadora del concurso de diseño arquitectónico más famoso del Infierno, junto con las Baldosas de la Noche Estrellada de abajo.

Metatrón se rió: —Suena a que se ha trabajado mucho en ella.

—El premio del concurso son diez mil monedas de oro.

Metatrón dijo: —Es una buena motivación.

Mammon dijo: —El dinero es una simple y violenta tentación. Hace que las personas no se resistan.

Metatrón evadió.

Al final de la escalera hay un estudio muy espacioso.

Una bola de luz blanca rodea el centro del techo del estudio en un radio de diez metros.

Bajo la luz blanca, se puede ver que tres paredes están llenas de estanterías. Los títulos de los libros en las estanterías están en Escritura del Infierno y, a pesar de su parecido con la Escritura del Cielo, Metatrón sólo pudo distinguir algunas palabras.

—¿Cien mil años de horror en el infierno? — Susurró.

Mammon extendió sus manos.

El libro voló hacia él automáticamente.

—Es un libro de humor—. Se lo entregó.

Metatrón lo tomó y pasó a la primera página.

Estaba en una Escritura del Infierno de lo más extraña. Adivinó el significado palabra por palabra, y luego dijo en voz baja: —La introducción se parece más a una tragedia amorosa.

—¿Un Demonio Cabra que ha estado enamorado en secreto durante cien mil años y nunca se cansa? — Mammon sonrió, —no viven tanto. El autor carece de sentido común.