幽灵界 | Mundo Espíritu

Capítulo 50: Pasado (1)

Metatrón dijo: —Mira a Borja.

Mammon se giró para atrapar a Borja, levantó el dedo y el punto de luz roja pasó a lo largo de su dedo a su frente.

Borja frunció el ceño de dolor y agitó las pestañas. Justo cuando estaba a punto de abrir los ojos, ¡Mammon arrojó su cuerpo y golpeó con fuerza la cubierta de vidrio!

—¡Duele! ¿Quién me arrojó? — Abrió los ojos con enojo y luego los abrió como platos.

En sólo un momento, Shipley hizo un movimiento.

En lugar de utilizar un ataque de alma de largo alcance, presionó su cetro directamente sobre la cabeza de Metatrón. Su acción no fue rápida, pero la presión ejercida por el cetro hizo que el aire del interior de la cubierta transparente se congelara.

El cetro era un arma divina, ¡aunque hubiera caído, su poder seguiría intacto!

Mammon se movió frente a Metatrón en un instante, levantó ambas manos y agarró con fuerza el cetro, el color carmesí del cetro ardía como fuego, demasiado brillante para mirarlo directamente.

Metatrón sintió el olor a quemado, dijo preocupado: —Tus manos...

Las alas de Mammon se extendieron repentinamente, como dos cortinas negras, bloqueando completamente a Metatrón en el área segura detrás de él. Su batalla con Shipley no fue sólo una batalla entre cetro y mano, sino también una batalla de alma contra alma.

Aunque Metatrón no podía verlo, ¡pero sabía que el peligro entre ellos debía ser grande en ese momento!

Borja de repente gritó fuerte, saltó en el aire, agitó con fuerza sus pequeñas alas negras y, con una espada dorada en la mano, cortó la cabeza de Shipley de un solo golpe.

—Heh.

Parecía que alguien se estaba burlando.

Borja estaba distraído.

De repente, Shipley se movió. Levantó la mano con gracia y suavemente sostuvo la espada en la mano de Borja, no como si Borja lo cortara, sino que la hubiera enviado directamente hacia él.

Borja la soltó rápidamente. Su propósito no había sido matar a Shipley, sino desviar la presión de Mammon. Pero pronto se paralizó. La presión sobre Mammon no cedía. El cetro, rojo como los fuegos artificiales, seguía firmemente sujeto en la palma de Mammon, y las manos de Shipley seguían sobre el cetro.

—¿Cómo es eso posible? — Murmuró Borja.

—¿Estás buscando esto? — Shipley lo miró de repente.

El corazón de Borja tembló y, cuando estaba a punto de moverse, sintió un dolor punzante en la espalda, que luego se extendió al pecho.

Miró hacia abajo.

La espada dorada manchada de sangre le atravesaba el pecho y la sangre seguía brotando de su cuerpo.

Sus ojos se oscurecieron por el dolor, sus alas se retrajeron débilmente y su cuerpo cayó hacia abajo.

—¡Vamos! — Metatrón finalmente se movió. Atrapó a Borja con una mano, saltó de repente, trazó un arco dorado, como una curva, y se disparó hacia el cuello de Shipley.

Metatrón no era Borja, Shipley no se atrevió a descuidarse, y ladeó ligeramente la cabeza. Su cabeza se inclinó ligeramente hacia atrás, y el arco dorado se deslizó contra su cuello.

Mammon aprovechó la oportunidad para soltar su mano izquierda, presionó el anillo de piedra de estrella negra en el dedo de su mano derecha contra el cetro y luego se deslizó hacia atrás muy rápidamente.