11.

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En el capitulo anterior. 

— ¿Tengo alguna opción para escapar de ti? — Tomo su mano haciéndolo girar sobre su propio eje como si estuvieran bailando — aunque la tuviera, no quiero escapar de ti, Lix.

—Si hubiera sabido que estar casado contigo era así de fantástico no hubiera hecho tanto drama — beso a su esposo con dulzura — Ahora andando o los impacientes Hwang van a enojarse. 


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Durante la tarde acordaron los términos y cláusulas del tratado que unificaría a las empresas Lee, la mafia Hwang y la mercancía de los Yilmaz como una sola dentro de los próximos dos meses, a su vez Felix se puso en contacto con Chenle para enterar a la Triada que los turcos comenzarían a moverse por el territorio, así también fue idea de Felix meter gente infiltrada que trabajara como mano de obra que ayudara a cargar los barcos con la droga.

Acerca de la trata de blancas aun no tomaban una decisión pero los turcos les dijeron que amablemente les otorgarían dos semanas para pensarlo.

— ¿En qué piensas? — pregunto mientras deslizaba la bata del pecoso por sus hombros y así tenerlo desnudo a su merced — Deberías estar disfrutando de la linda vista y de mis manos sobre tu cuerpo, como lo quieres esta noche ¿vainilla o rudo?

—Un poco de ambos — respiro hondo cuando los besos de Hyunjin comenzaron a bajar por su espalda a la par que el más alto iba colocándose de rodillas tras el — espera... tengo algo que decirte aun...

— ¿Tiene que ver con lo rico que te pretendo follar?

—No...

—Entonces hablémoslo después de terminar, ahora mismo no estoy pensando con mi cerebro — confeso mientras mordía una de las nalgas del pelinegro sacándole un jadeo sonoro — al menos por los próximo veinte minutos solo quiero concentrarme en ti y lo bien que se siente hacerte el amor.

—Sí, puedo esperar veinte minutos.

Se volteo para colocar a Hyunjin de pie y lo siguiera a la cama, lo empujo contra el colchón haciendo rebotar al castaño contra las finas sabanas de hotel, lo beso suave, dando pequeños mordiscos, lamiendo sus gruesos labios, el mayor había comenzado a desnudarse pero Felix se lo impidió, se colocó de rodillas a la orilla de la cama entre las piernas de su esposo, bajó la cremallera de su pantalón y con delicadeza saco la polla semi dura del mayor, sus ojos brillaron en anticipación, aun le costaba creer como aquel falo grueso y pesado aun no le perforaba el intestino cuando lo embestía.

Lamio desde la base a la punta testeando ese sabor salado del miembro de Hyunjin, cuando llego al glande hizo un circulo con su lengua para después engullirlo completamente sintiendo como terminaba de endurecerse en su boca y como las venas de su polla palpitaban contra su lengua, la mano de Hyunjin era delicada sobre su cabello, Felix con un apretón en su muslo le indico que podía ser más rudo a lo que el castaño correspondió halando fuerte.

El Dragón de Medusa. - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora