14.

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En el capitulo anterior. 

La mayor se fue de casa dejándolo allí solo, permitiéndole pensar en su situación actual, no era como si nunca hubiera tocado el tema con Hyunjin, habían hablado del tema de los niños y aunque el castaño no era tan categórico como el al decir que no quería bebés tampoco era un tema que le emocionara demasiado.

— ¿Qué carajos voy hacer ahora...? — se quedó tomando su cabeza con ambas manos mientras miraba las pruebas positivas. 


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El tema le dio vueltas todo el día, todas las precauciones que había tomado para que aquello no ocurriera, pensó en las muchas cosas que estaba a punto de perderse por tener que cumplir con una tarea que nunca había querido y aquello solo lograba llenarse de tristeza y frustración, trato de hacer de todo para mantener la mente despejada pero nada servía.

Guardo todas las pruebas de embarazo bajo el mueble del baño en la misma bolsa que los trajo, se dio una larga ducha a lo que esperaba que Hyunjin volviera del trabajo, evitaba tocarse el vientre pues sentía gran rechazo hasta por su propio cuerpo en estos momentos, se estaba volviendo loco con sus pensamientos fue entonces cuando se estaba secando sintió la puerta en el primer piso.

— ¡Amor estoy en casa! — Anuncio el castaño desde la planta baja, seguramente desviándose primero hasta la cocina — ¿¡Amor!? — volvió a preguntar ante la nula respuesta del pecoso.

— ¡Aquí arriba! — Grito desde la puerta del baño sintiendo como el mayor comenzó a subir con un trote suave — Te ves feliz... ¿paso algo bueno en el trabajo?

— Todo como siempre pero ¿No viste toda la comida que hay para la celebración? — Apunto un lugar aleatorio con su dedo haciendo alusión a la casona principal, desviando entonces la atención a la cara de tristeza que portaba el pecoso — ¿Qué pasa amor? te ves... extraño.

—Estoy un poco cansado... de descansar — rio sin ganas — Me pongo extraño cuando no tengo nada que hacer, me gusta andar activo de aquí para allá, tu sabes...

— ¿Seguro que solo es eso? — Se acercó para besarlo dulcemente — Te extrañe. ¿Sabes? hoy hable con Chenle, dijo que te había estado llamando pero que no respondiste — el pecoso comprobó su teléfono viendo las llamadas perdidas — no importa, Lix, le dije que estabas descansando en casa, la cosa es que quería proponerte un proyecto para hacer unas cabañas en Irlanda, con vista a algunos castillos, algo así como un destino turístico.

—Wow... eso sería genial — claro que lo seria, si no tuviera que gestar a un bebé al cual evito por todos los medios procrear — pero... eso significaría algunos meses fuera de Corea, ¿estas consiente de eso?

—Podemos seguir manejando todo desde donde sea, amor. Nada nos amarra aquí — el pecoso comenzó a llorar — ¿Qué pasa, bebé?

—Estoy estúpidamente sensible, aprovéchalo ya que no pasa seguido — se abrazó fuerte de su esposo — además estoy algo enfermo, esta mañana vomite.

El Dragón de Medusa. - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora