𝟐𝟒

468 66 21
                                    

—¡Ahhh…! —Marinette levantó la mano y cerró los puños en mi pelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¡Ahhh…! —Marinette levantó la mano y cerró los puños en mi pelo.

Me incliné para besarle el cuello, hundiéndome más profundamente en su interior.

—Solo puedo pensar en ti… No puedo concentrarme en nada más… —Jadeé de forma entrecortada. Le acaricié las tetas al tiempo que le cubría la boca con la mía, disfrutando de la sensación que creaban sus labios—. Dime que sientes lo mismo…

—Yo… Yo… —Movió las manos desde mi cabeza a mi espalda y me clavó las uñas en la piel desnuda. Trató de frenar el ritmo agarrándome la cintura, pero le subí los brazos y se los sujeté por encima de la cabeza.

Capturé uno de sus pezones con la boca y se lo mordisqueé juguetonamente mientras aceleraba mis envites.

—Dímelo. —La mordí con más fuerza—.Dímelo ya…

—Sí… Sí… Sí… —Cerró los ojos y su cuerpo se retorció debajo del mío, alcanzando el orgasmo en el mismo segundo que yo. Se estremeció durante varios segundos antes de que me desplomara sobre ella.

Nos quedamos tumbados, con los cuerpos entrelazados, durante lo que me pareció una eternidad, mirándonos a los ojos, sonriendo cada pocos segundos, riéndonos de todo y de nada.

Después de haber salido del Ritz Carlton esa mañana, había decidido hacer con ella un tour en otro de mis yates, uno que llevaba mucho tiempo sin usar. No llegué a enseñarle más allá del dormitorio.

—¿Te hago daño? —Noté que intentaba mover el hombro.

—Un poco. —Se rio, y me retiré de encima de ella.

La estreché entre mis brazos, cara a cara.

—¿En qué estás pensando ahora?—suspiré.

—En nada…

—Tus ojos te delatan —dije sonriendo—. Sé cuándo estás mintiéndome.

—Puedo hablar contigo sobre cualquier cosa, ¿verdad?

—Claro que puedes. —La besé—. No quiero que haya límites entre nosotros.

Asintió, pero permaneció en silencio, sin añadir otra palabra.

—¿Esa pregunta no daba pie a otra? —Traté de leer sus ojos. Se rio.

—En realidad no…, solo quería saberlo. Solo quería saberlo, en serio…

—Mmm…, ¿te apetecería venir a cenar conmigo y con mi madre el próximo fin de semana?

—¿Ahora os lleváis bien? —Arqueó una ceja.

—No lo sé… Es algo que salió en la última sesión de terapia, así que no quiere decir que ahora seamos íntimos ni nada…

—¿No estás seguro de poder ir a cenar con ella sin discutir?

𝙈𝙤𝙣 𝙋𝙖𝙩𝙧𝙤𝙣 | 𝘼𝘿𝘼𝙋𝙏𝙀𝘿+16 | 𝘼𝘿𝙍𝙄𝙉𝙀𝙏𝙏𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora