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En casa, Sol, la madre de Jungkook, los esperaba un poco enojada porque la habían dejado con la comida hecha. Hoseok se disculpó muchas veces mientras Jungkook le decía que no exagerara que podían desayunar la comida. La señora se dejó convencer por su hijo mayor y los envió a bañarse antes de comer.

Jungkook ayudó a Hoseok a caminar hacia el interior de la habitación y lo dejó sentarse en su cama, mientras decidía cómo iban a proceder.

─ ¿Qué estás pensando?─ le preguntó Hoseok al notar que el chico se quedaba sumido en los pensamientos.

─ Pienso en cómo vas a bañarte.

─ Lo haré como lo he hecho éstos últimos dos días.

─ No te has bañado éstos últimos días.

─ Si me he... ─ Hoseok dejó de hablar cuando notó la ceja levantada de Jungkook. Al parecer ésta era una advertencia antes de decir una mentira. Tragó saliva y bajó la mirada.─ ¿Acaso huelo feo? ─ susurró Hoseok, más para sí mismo, pero Jungkook no pudo evitar reír.

─ No hueles feo y es bastante sorprendente, empiezo a creer que los millonarios no huelen feo en general─ dijo Jungkook haciendo reír a Hoseok.

─ Me descubriste, normalmente suelo sudar aroma a flores.

─ Lo sabía. Ahora no cambies el tema. Es muy sencillo, hay una bañera y...

─ Tengo golpeada la pierna, no los brazos y las manos─ le dijo Hoseok─ puedo bañarme.

Jungkook suspiró y luego asintió.

─ Entonces te llevaré al baño.

Se acercó a Hoseok para ayudarlo a llegar al baño. Ahí ambos se quedaron viendo la bañera y Hoseok suspiró con frustración. Se sentó sobre la tapa del inodoro y Jungkook lo miró con una pequeña sonrisa antes de inclinarse a ayudarlo a quitarse la rodillera y el vendaje. Hoseok se sacó la camisa, y luego Jungkook lo ayudó a ponerse de pie para que pudiera terminar de desnudarse.

─ No digas nada─ susurró Hoseok─, no es como que no me has visto así antes.

─ Hoseok... Antes no nos habíamos besado.

─ Lo sé, no tienes que recordármelo.─ Jungkook le mostró una pequeña sonrisa antes de ayudarlo a llegar a la bañera. ─ ¿Por qué los putos hoteles tienen tinas? Núnca lo entendí.

Aquello hizo reír a Jungkook.

─ Apuesto a que es la primera vez que te quejas de ello.─ Hoseok bufó, pues era cierto.

Luego ambos se quedaron en silencio, pues no estaban seguros de cómo Hoseok entraría a la tina, sin lastimas más su pierna.

─ Podría sentarme en la orilla─ dijo Hoseok─. Sólo ayúdame a sostenerme.

─ No, creo que podrías deslizarte si haces eso. Podrías golpear tu rodilla y otra parte de tu cuerpo.

Hoseok asintió y mordió ambos labios.

─ Podría cargarte y colocarte adentro─ le ofreció Jungkook. Hoseok sintió sus mejillas sonrojar, pues aquello era justamente lo que quería evitar. ─ ¿No quieres que te cargue?

─ No quiero que me cargues mientras estoy desnudo─ susurró con cierta vergüenza.

─ Entiendo eso, pero solamente es para estar seguros de que no te harás daño. ¿Puedes permitirlo por eso? ─ Hoseok suspiró y asintió. Luego cerró los ojos como si así pudiera desaparecer de la faz de la tierra.

Jungkook lo miró por unos segundos y no pudo evitar sonreír, y sentir sus mejillas muy calientes, al ver a Hoseok con su cabello despeinado, piel algo sonrosada y ojos cerrados, esperando desnudo a que lo cargara. No le gustaba la situación, jamás hubiera deseado que alguien lo lastimara, pero Hoseok le gustaba. No podía evitar apreciarlo y enamorarse un poco más de cada parte de él que conocía.

El Césped es Verde | Junghope |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora