El Césped es Verde | Junghope |

28

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Los gemelos habían amado a Seokjin y aquello le había dado cierta paz a Hoseok. Es extraño cómo, a medida avanza una relación, se vuelve importante que tus nuevos seres queridos y viejos seres queridos se caigan bien. Aquello lo llevó a pensar un poco en su padre.

Mientras Jungkook manejaba el Lamborghini en dirección a la universidad, Hoseok se perdió en sus pensamientos. No pudo evitar divagar en un pequeño universo alternativo donde su madre habría conocido a Jungkook, incluso se llegó a preguntar si ella reiría de las locuras del chico de la misma forma que él lo hacía. También pensó que tal vez ella podría haber hablado con su padre para aunque sea hacerlo entrar en razón y aceptar a Jungkook. Aún si fuera algo forzado.

Era cierto, su padre amaba más al dinero que a cualquier otra cosa, pero Hoseok se preguntó si el dinero tomaba todo el corazón de su padre o si tal vez el señor tenía aunque fuera una pequeña esquinita donde aún guardara un poco de amor por él y Taehyung. Quizás en ese pequeño espacio habría algunos cuantos recuerdos.

Comenzaba a odiarse a sí mismo por tener esa pequeña ilusión. Realmente no quería creer que se había convertido en un simple estorbo para su padre.

─ Eh, príncipe, me alegra que estés disfrutando el paseo, pero no puse el GPS. Así que si no me dice hacía dónde queda la universidad, seguiré manejando en línea recta hasta el fin del mundo.

Hoseok no pudo evitar reír y comenzar a darle direcciones hasta que llegaron al lugar.

Tal como Jungkook había creído, el lugar no era nada espectacular. Una universidad promedio, en una ciudad costera. Si, tenía áreas bonitas, pero en si, no había algo que lo hiciera morirse por estudiar ahí.

─ Tranquilo─ le dijo Hoseok.─ Que no se te note lo clasista.

─ ¡Ja! No es ser clasista, simplemente hay mejores universidades en la capital.

─ Pfff... Superalo, lo importante es que puedas estudiar.

─ El nombre de la universidad importa, cómo tienes dinero no lo entiendes, pero cuando yo busque un empleo si va a importar.

Hoseok se detuvo y se giró con las muletas, pues iban de camino a la oficina para matricularse. Jungkook contuvo un poco el aliento al darse cuenta de lo que acababa de decir, sin embargo frunció el ceño.

─ No puedes decir que no es cierto. ¿No vas a trabajar en el hotel? Espera, ¿no trabajas ya en el hotel? Seguramente nadie revisó en qué universidad estudias, simplemente importa que eres hijo de tu padre.

─ A veces olvido que aún eres un payaso─ le dijo Hoseok apretando las manos en las muletas.

─ ¿Qué?─ Jungkook se apresuró a alcanzarlo cuando Hoseok comenzó a andar con sus muletas un poco más rápido de lo que debería─. Cuando yo busque empleo lo primero que verán es la carrera y la universidad de la que vengo.

─ Lo primero que verán es que no seas un imbécil.

─ ¡Ya quisieras, Hoseok! Sabes que no te estoy diciendo ésto por molestarte simplemente, es una realidad, los privilegiados van a recibir privilegios. Si ya tienes el privilegio de ir a una buena universidad, seguidamente estarás en las primeras filas en las listas de empleo. Los que vayamos a una universidad que medio país no sabe ni siquiera que existe, vamos a estar al final de la puta lista.

─ Si tanto te molesta no entres a la puta lista─ le dijo Hoseok deteniéndose.

─ ¿Que no busque empleo? ¿Quieres que sea como mis padres? ¿Que ponga un puto restaurante y que esa sea la idea que me haga millonario? ¡A ellos no les funcionó!

─ ¿Por qué mierda quieres ser millonario? Es lo que no termino de entender. ¿Por qué no puedes estudiar lo que te gusta y luego salir a buscar un trabajo que te guste?

─ Porque me voy a morir de hambre si hago eso.

─ ¡Y en el otro extremo te vas a morir de puta depresión y soledad! ¡Maldita sea! ¡¿No me ves?! ¡Esto es lo que quieres! ¡Tomalo todo!

─ ¡Hoseok! ─ Jungkook se apresuró a abrazarlo cuando Hoseok intentó irse rápido y casi se cae con las muletas.

El chico soltó las muletas y se sostuvo de Jungkook, intentando calmarse. Mientras Jungkook lo abrazaba con fuerza.

─ Jungkook─ susurró Hoseok. ─ No me hagas ésto, no seas tan injusto.

─ No estoy siendo injusto─ le dijo Jungkook abrazándolo más fuerte.─ Es la vida la que es injusta. Es tan injusta.

─ Lo sé. Mírame, ¿crees que no sé que es injusta?

─ Lo que sufres es diferente.

─ ¿Es menos? ¿Dirás que es menos?

─ N-No, no podría... Me refiero a que hay cosas que tú no sufres, aunque si sufres otras.

─ Puedo decirte lo mismo, Jungkook, puedo decírtelo. Tú no tienes que soportar que tu padre ame más a su dinero que a tí. Tú puedes sentarte con tus papás todos los días a hablar sin siquiera recibir el atisbo de un golpe por el dinero de la casa, por el estatus de la familia, por la imagen de la empresa. ¿Son problemas de primer mundo? Pero duele tanto que también podría morir de hambre, porque se me cierra el estómago, Jungkook. Siento que no puedo comer, ni siquiera teniendo hambre. Solo comienzo a sentirme débil y me duele la cabeza, pero no me duele el estomago, lo que siento es que me falta el aire, y que nada importa una mierda.

─ Hoseok...

─ Está bien, puede que alguien que estudió en la capital tenga una prioridad en una entrevista. Es cierto, pero, ¿es eso todo lo que está pasando en su vida? ¿Conocemos a esta supuesta persona privilegiada y su mundo perfecto? Solo existe en nuestras mentes Jungkook.

─ T-Tienes razón, no conozco a ésta persona.

Ambos se abrazaron con fuerza mientras respiraban profundo.

─ Es difícil y es injusto. Para mi también lo es, Jungkook. Para mí también... perdón si mi dinero no lo hace todo perfecto.

─ No tienes que pedirme perdón por eso.

─ Entonces, dime qué debo hacer.

─ Nada, tenías razón, fui un imbécil. Perdóname, Hoseok.

Hoseok se sostuvo de él mientras asentía. Jungkook lo ayudó a recoger las muletas y fueron en silencio a matricular las clases a en las mismas horas para que Jungkook pudiera usar el Lamborghini.

Cuando venía de regreso, ambos se daban pequeñas miradas. Ambos llegaron al carro y entraron a sus respectivos asientos. Ahí Hoseok suspiro y negó con la cabeza.

─ ¿Estás enojado? ─ le preguntó Jungkook.

─ Estoy algo sorprendido─ le dijo Hoseok.─ No sé por qué no pensé que estás cosas seguirán siendo importantes para tí, solamente asumí que tendría mi tarjeta de crédito para siempre.

Jungkook comenzó a reír mientras arrancaba el carro.

─ Si piensas que seré un mantenido, estás equivocado.

─ No pensaba que lo fueras a ser, solamente, no pensé...

Aquello hizo a Jungkook borrar un poco la sonrisa.

─ ¿No piensas en mi futuro?─ le preguntó.

─ Comienzo a hacerlo─ confesó Hoseok─ . Pero, ¿Sabes? Me da miedo.

─ ¿Por qué?

─No quisiera que te importara tanto el dinero─ susurró Hoseok.─ Desearía que el dinero cayera mucho en tu lista de prioridades.

─ ¿Quieres ser el primero en mi lista?

─ No... No quiero que el dinero te arruine.

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