¹꒰Eʟ Bᴏɴɪᴛᴏ Oᴍᴇɢᴀ Eɴ Mɪ Pᴜᴇʀᴛᴀ꒱

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El sol se había ocultado y la noche había caído sobre el apartamento 112 de aquel tranquilo vecindario, era una noche increíble, de esas donde Changbin se sentía feliz y satisfecho por absolutamente nada, había salido temprano del trabajo, y ahora...

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El sol se había ocultado y la noche había caído sobre el apartamento 112 de aquel tranquilo vecindario, era una noche increíble, de esas donde Changbin se sentía feliz y satisfecho por absolutamente nada, había salido temprano del trabajo, y ahora estaba en su cocina preparándose una deliciosa cena mientras tarareaba su canción favorita, reproduciéndose en alta voz en su celular apoyado en la barra desayunadora.

Changbin era un alfa adulto responsable y bastante común, con un trabajo de oficina de 7 a 4 suficiente para vivir cómodamente, vivía solo en un decente complejo departamental, y estaba soltero, para la mayoría de su tiempo libre en casa haciendo diferentes cosas, su vida era buena y tranquila, por lo que vivía de forma maravillosa. Su único potencial problema eran sus padres esperando silenciosamente que sentara cabeza, y su mejor amigo Felix que había decidido abandonarlo, pasando una temporada en su país natal para seguir al omega que estaba cortejando.

Pero nada de eso le preocupaba en este momento, con una suave sonrisa en su cara y un delantal muy hogareño atado a la cintura, se paseaba por toda la cocina y le daba la sazón perfecta a su cena, no se consideraba un gurú de la cocina, pero sabía defenderse bien, y cuando se esforzaba, le salían verdaderas obras de arte, como en este momento.

Cuando creyó que estaba listo, hundió la cuchara para tomar un poco y la llevó hasta su boca haciendo un pequeño bailecito de satisfacción al probar lo deliciosa que le había quedado la comida. Apagó la llama de la estufa y paró la música, ya que estaba dispuesto a cenar en ese preciso momento.

Se dirigió hacía su refrigerador, tratando de decidir entre todas sus bebidas, cuál escogería para acompañar su cena. Fue allí y en ese silencio, que escuchó el timbre sonar varias veces, curioso levantó la cabeza mirando hacía su puerta, notó las sombras que se colaban en el espacio inferior y se quitó el delantal para atender.

Caminó de manera inmediata, acomodando un poco sus cabellos para verse presentable y abrió la puerta encontrándose con un lindo omega bajito de cabellos rubios, vestía una camisa color cielo holgada y unos pantalones de tela suave, parecía estar muy avergonzado, ya que mantenía su mirada baja, su carita portaba un sonrojo suave que intentaba reprimir, su boca fruncía de la vergüenza y sus mejillas se abultaban en un puchero ligero

Este miraba directo a sus propios pies, los cuales se movían de manera nerviosa contra el suelo, Changbin se quedó allí parado sosteniendo la puerta, su primer pensamiento fue acercar de la belleza del chico frente a él y luego un delicioso aroma a galletas de chispitas y leche natural lo golpeó

-Hola- saludó Changbin, obteniendo la brillante mirada del omega dirigida hacía él- ¿Puedo ayudarte en algo?

-H-Hola, y-yo soy Christopher, el vecino- dijo el chico, apartando su mirada de Changbin al hablar- e-esto es muy vergonzoso, en serio, pero llevo como una hora oliendo el delicioso aroma que sale de tu casa, supongo que estás cocinando, y aunque aún no identifico lo que es, se me antojó de una manera tan intensa que no tengo otra salida- habló el omega, casi al borde de sus lágrimas, Changbin bajó levemente la mirada cuando el rubio le extendió un plato mientras baja su cabeza lo más que podía por la vergüenza- ¿M-Me darías un poco? Así puedo acabar con este antojo que me está matando

Pʀᴇᴛᴛʏ Oᴍᴇɢᴀ Oɴ Mʏ Dᴏᴏʀ |BɪɴCʜᴀɴ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora