Los días últimamente le resultaban buenos, cálidos, tranquilos, pero con un detalle molestándolo en el fondo de su mente. Hoy, Seungmin, de 16 años, había salido temprano de clase y como buen novio, se había quedado a esperar a Jeongin en la comodidad de un muro bajo donde cruzaba sus piernas y escuchaba música.
Su mente omega adolescente era todo un caos, su vida era buena, sus padres lo amaban, tenía un alfa, que, aunque es menor que él, lo amaba como a una preciosa joya del bosque. Jeongin había crecido junto a él, siempre a su lado, admirándolo con ojitos brillosos, reclamándole a todos que era suyo y cuidándolo tanto como papá Changbin hacía con papi Chris; ahora, a sus 14 años, el alfa rubio era una extraña combinación de DongSaeng cariñoso y desastroso, así como de un alfa responsable y que siempre vela amorosamente por sus sentimientos.
¿Entonces por qué existía esa pequeñísima molesta mental?
Era ridículo, él lo sabía, y es por eso que no le había comentado a nadie, cada vez que pensaba en decirlo, la imagen furiosa de Changbin amenazando a Jeongin de muerte, si llegaba a hacerle daño alguna vez en su vida, rondaba su mente, así que comentarlo no era opción. Si se lo decía a su papi, él se lo diría a su papá, si se lo decía a Jeongin, él se lo diría al tío Felix y él se lo diría a papá
En todos los casos, Jeongin muere
Levantaba su vista hacía el cielo hundido en grises brisas y nubes oscuras, parecía que iba a llover pronto y su hermoso novio no pensaba en aparecer, suspiró más fuerte a la vez que sus ojos avellanas se desviaron hacía el portón principal donde varios estudiantes salían directo hacía sus casas. Casi sonríe involuntariamente cuando vio a Jeongin correr entre los pasillos, viniendo en su dirección, sus cabellos rubios largos ondeaban con el viento y sus clásicos ojitos brillosos fueron como un abrazo a distancia
En mano traía esa fea maqueta de la célula que habían pasado haciendo casi toda la noche y su mochila saltaba en cada paso, Seungmin lo observó venir sin moverse y lo siguió con la mirada hasta que llegó, cada vez que veía su apuesta cara, su conflicto mental regresaba
-¡Hyung! ¿Esperaste mucho?- habló agitado un Jeongin de 14 años, mirando a su novio sentado en aquel muro bajo- es que la maestra revisaba las maquetas muy lentamente y me tocaba casi al último
-No esperé tanto, Innie- sonrió Seungmin, enganchando los brazos en el cuello de su novio casi automáticamente cuando este dejaba la maqueta a un lado- te extrañé
Jeongin recibió los labios de Seungmin contra los suyos con demasiado gusto, como adolescentes, lo que más hacían era besarse, en cada rincón y en cualquier momento, pero para Jeongin todas las veces se sentía como la primera, siempre un suspiro se escaba de su garganta y el sabor dulce de los labios de su omega lo elevaban al cielo, acompañado de ese olor a frutos salvajes que lo volvía loco
Seungmin era mayor que Jeongin, pero Jeongin era alfa, así que siempre le terminaba ganando el control del beso a su novio, siempre lo trataba con una delicadeza que hacía a Seungmin sentirse precioso, pero también tenía una ferocidad en la forma que comía sus labios, que alborotaba su inmaduro omega interior
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Pʀᴇᴛᴛʏ Oᴍᴇɢᴀ Oɴ Mʏ Dᴏᴏʀ |BɪɴCʜᴀɴ|
FantasíaChangbin, el prototipo de alfa normal, está cocinando una noche en su apartamento cuando alguien llama a la puerta Allí se encuentra con su vecino Christopher, el lindo omega en su puerta que tiene una petición un tanto rara y tierna ❥BinChan (Chang...