Mi amiga la demonio [Lumity Adaptación]

▪︎Buh!▪︎

-Podrías q-quitarte de encima!?- Dije en un susurro forcejeando con la muy idiota.
 
Élla solo reía. Como siempre.
 
Yo estaba alterada, enojada y nerviosa.
 
-No quiero...-Dijo alzando una ceja.
 
Boscha se sentó en la esquina de la cama, mientras yo me hacía la dormida.
 
¡Es MUY difícil hacerse la dormida mientras alguien está encima tuyo!
 
Yo trataba de mantener mis ojos cerrados, porque si los abría mataría con la mirada a mi amigo el idiota y lo más seguro era que Boscha se diera cuenta.
 
Boscha terminó acostada a mi lado y empezó a preguntar cosas como siempre...

-Yyyy Dónde está tu amiga?- Dijo con curiosidad.
 
-No lo sé... Tal vez matando a alguien.
 
Escuché una carcajada por parte de la bicho raro.
 
-Quisiera yo!!!-Dijo dando un suspiro la joven demonio.
 
Nos quedamos en silencio unos minutos.
 
Hasta que por finn se quitó de encima mío.
 
Abrí los ojos y la fulminé con la mirada...
 
Hay que admitir que es una idiota cuando quiere. Ese papel de provocadora e irritadora le sale muyy bien.
 
-Por qué no bajamos un rato?- Dijo Boscha levantándose de mi cama.

-Adelántate. Yo bajo en un minuto.
 
Así Boscha salió del cuarto.
 
Cuando ya había salido totalmente...
 
-ERES UNA IDIOTA!- Le lancé todo, TODO lo que tenía a mi alrededor.
 
-Gracias...-Dijo haciendo una reverencia. Ridícula.
 
-POR QUÉ SIEMPRE TIENES QUE ENTRAR EN MI ESPACIO PERSONAL?!- Dije fuertemente.
 
Clavó sus ojos rojos en mí, sonriendo.
 
-La verdad es que, me gusta cuando te sonrojas... Tus cachetes se vuelven del mismo color de mis ojos.- Seguía sonriendo.
 
-....- Bufé y me levanté para salir del cuarto.

Pero una mano me detuvo.
 
Me tomó de la muñeca haciendo que volteara.
 
-Recuerda nuestro trato...
 
-HAS LO QUE QUIERAS!! Vale??! Pero hoyy mismo tienes que mostrarte ante Boscha...- Toqué su pecho con un dedo fuertemente.
 
-Lo que quiera?...
 
Salí del cuarto ignorándola.
 
Me tenía harta! Desde que élla llegó a mi casa, vivo nerviosa las veinticuatro horas del día.
 
¡No me importa lo que haga!
 
Solo quería que me dejara en paz.
 
NO quería que me tocara, ni que se acercara. Claramente está jugando conmigo...

Bajé echando humo.
 
Si, me molesté.
 
....
 
Cuando llegué a la sala, Boscha estaba sentada hablando con mi mamá. Parecían mejores amigas.
 
Reían mucho.
 
Solo me senté junto a ellas.
 
Así pasaron varios minutos. Ellas hablaban y yo miraba a la nada.
 
-Por qué estás tan distraída, hija?
 
La voz de mi madre me sacó de mis pensamientos. Me miraba con un gesto preocupado al igual que mi amiga.
 
-....Amm..YO distraída? Jaa!... Que vaa... No es nada, solo tengo un poco de sueño- Dije tratando de sonreír.- Creo que lo mejor es que vaya a dormir un rato.

Mi madre me miró extrañada y solo asintió con la cabeza.
 
Mi intensión no era dormir, era ir al cuarto de mi hermano a platicar. Nadie mejor que él para olvidar todo y reír un rato.
 
Caminé silenciosamente por el pasillo evitando que mis pasos sonaran fuertes. No quería que la idiota se diera cuenta de mi presencia.
 
Pasé inadvertida.
 
Misión cumplida, soldado!...
 
Abrí la puerta del cuarto de Edric.
 
Y juro que mi corazón se detuvo...
 
Encontré a Edric tirado en el piso inmovil.
 
Como muerto, boca abajo.

Me acerqué a él rápidamente, Moviéndolo para que reaccionará. Pero no se movía.
 
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
 
Y no tardaron en salir, cayendo por mis mejillas..
 
Verlo ahí tirado en el suelo, me hacía pensar que estaba muerto.
 
-Edriiic!!- No quería gritar para no asustar a mi familia.
 
Le dí golpes en la espalda que iban aumentando a medida de que los minutos pasaban.
 
Hasta que gracias al cieloo, se despertó.
 
Abrió los ojos lentamente y me miró desórbitado.
 
Lo ayudé a levantarse y nos sentamos en la cama. Me limpié las mejillas húmedas por las lágrimas y lo abracé.

No imagino mi vida sin este imbécil. Es mi hermanito. Mi estúpido hermanito.
 
-Que pasó? Por qué estabas en el suelo?!!- Pregunté moviéndolo del brazo. Necesitaba respuestas.
Su mirada se posó en mi. Me miraba confundido.
 
-No lo sé- Suspiró- Solo sentí algo en mi espalda y luego no sé que sucedió- Alzó los hombros.
 
Me quedé extrañada. Algo en su espalda?
 
  Ya creo que se quien fue...
Malnacida.
 
-Algo como qué?- Pregunté.
 
-Creo que era una mano. Era fría.-Dijo mirándome.
 
-Menos mal que ya estas bien! Si mamá te encontraba así, me mataría a mí. -Dije volviéndolo a abrazar.

Su rostro se veía cansado. Decidí dejarlo dormir un poco para que se recuperara y salí de su cuarto. Esa desgraciada me las va a pagar.
 
Fuí directo a mi habitación. Me detuve enfrente de la puerta unos segundos y la abrí.
 
Mi cuarto estaba más oscuro de lo normal. Era tarde, pero no tanto como para que se viera tan oscuro mi cuarto.
 
Entré y lo ví escribiendo algo en su estúpido libro negro. Entré silenciosamente a el cuarto y fui directo a buscar el agua bendita.
 
Se volteó y me miró malvadamente.
 
Escondí el frasco entre mis manos y fruncí el ceño.
 
-Viste lo tieso que estaba? Fue geniaal!!!- Dijo riéndose como una psicópata.

-...- Caminé dos pasos hacia él- Qué le hiciste?- Pregunté pausadamente.
 
Abrí el frasco con mi manos disimuladamente y me acerqué más...
 
-Dijiste que podía hacer lo que quisiera- Se acercó un paso hacia mí.
 
-QUÉ LE HICISTE?- Sin pensarlo eché el agua bendita en su cuerpo.
 
Su rostro hizo un gesto de dolor. Y pude observar como en sus brazos salían ronchas y humo.
 
Me vio con esa mirada que me daba miedo. Con la misma que vio a Edric la primera vez.
 
Se acercó a mí con gesto de asco.
 
Se detuvo cuando estuvo a un paso lejos de mí y yo retrocedí.
 
-Responde, AHORA!- Le obligué.

Solo me miraba seria. Podría jurar que estaba molesta. Claro ¿quién no lo estaría?. Le salieron unas ronchas en el cuerpo gracias a mi. Lo más lógico es que se moleste.
 
Mis ojos se humedecieron y seguía insistiendo...
 
-CONTESTA IMBÉCIL!
 
Se acercó a mí y rompí a llorar.
 
-Solo le dije "Buh"....
 
Tocó mi frente con un dedo y sentí como todo mi cuerpo se dormía.
Mis ojos se cerraron.
Caí al suelo fuertemente.
 
Y perdí la conciencia.
 
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