Reprimido (E. Fernandez x J. Alvarez)

Simulación

“Julián Álvarez fue acusado de romper las reglas de Qatar en medio del entrenamiento, imperdonable los policías Qataries, eh” — Los periodistas Argentinos eran lo mejor que hay en momentos así, tal vez solo cuando estaban ganando, dirán los que mas tienen experiencia como el capitán de la selección quien había sufrido varias críticas de todas las prensas del mundo.

El delantero miraba la televisión en su habitación, cómo lo enfocaban en el momento que se quitaba la camiseta, gracias a todas las cámaras de las diferencias prensas enfocando toda la situación ya nadie sospecharía de él otra vez.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por dos personas hablando en la puerta, un claro "déjame entrar" se escuchó fuerte, seguido a un "no podés Enzo" de Paredes, pero se notó que fue ignorado, la puerta se abrió dejando al descubierto al alfa sudando, con la respiración agitada, cerró la puerta detrás suyo con seguro, y miró a su mayor con sus ojos rojizos.

— ¿Estás cansado? Entrenaste mucho  — Julián sonrió nervioso sentándose en la cama —

— No estoy así por el entrenamiento, y lo sabés

Enzo comenzó a caminar hacia el mayor, era tan dominante su presencia, su voz ronca por la excitación volvía loco al omega, quien obedecía como un buen cachorro si el alfa le pedía hacer hasta una mínima cosa.

— ¿Alguna vez hiciste un pete? — preguntó el menor repentinamente — me chupa un huevo, pero me vas hacer uno ahora

Era obvio que si había hecho un pete antes el alfa no quería saberlo, aunque nunca lo hizo en realidad, pero su primera vez había llegado, no podía negarse a su alfa necesitado delante suyo. Julián tomó del borde de los pantalones del mediocampista, comenzando a bajarlos junto a la ropa interior, tragó saliva durante la acción con nervios.

Finalmente ya baja la ropa el alfa le acarició el cabello, su miembro erecto provocó un jadeo de los labios del mayor, lo tomó con su mano derecha lamiendo el glande de a poco con lentitud, escuchando los gemidos bajos y escasos de su menor.

— Toda, mi putita. — enredó sus dedos con más fuerza en los cabellos ajenos jalando de éstos —

“Ya fue” Julián metió todo en su boca, haciendo juegos con su lengua sin experiencia, las embestidas lentas contra su boca eran inesperadas, le estaba cogiendo de tal forma su área bucal que sus movimientos aumentaban la velocidad cada vez más, hasta que se detuvo un poco para que el delantero pudiera respirar.

— Quiero coger — pudo pronunciar Julián con una expresión suplicante al separarse un poco —

Ya estaba excitado, sus líquidos lubricantes se estaban escurriendo por su ropa interior, mientras lamía como si fuera una paleta el cuerpo de miembro reproductor de su alfa. Sus ojos se comenzaban a cegar por el deseo, el dolor en sus partes íntimas se hacían presentes, quería que le dieran como cajón que no cierra.

Para su suerte Enzo en esas circunstancias lo deseaba con tal fuerza sobrenatural, que nisiquiera aceptaba o negaba verbalmente, sin decir nada levantó al mayor y le quitó su ropa tan rápido como pudo, para luego recostarse en la cama.

— Vení acá — señaló sus partes —

Julián entendió colocándose encima del menor, casi sentado sobre él, de a poco el mediocampista fue introduciendo su miembro en el mayor, con cuidado de no lastimarlo aunque sus manos temblaban del deseo, estaba controlando como podía para no lastimarlo.

— Nunca hice esto..

— Vas aprender — le tomó las manos y las puso en pecho, para luego tomarle la cintura — Dale

El delantero mordió su labio comenzando a mover sus caderas, hacía fuerza con sus rodillas, apoyándose en el pecho del menor, de a poco fue logrando los saltitos entre gemidos que comenzaban a surgir de sus labios. Cada vez que podía aumentaba la velocidad de saltitos, cuando se cansaba Enzo lo ayudaba tomándolo fuerte y marcando el ritmo.

Un Enzo totalmente fuera de sí, excitado, sudando, lo miraba tan espectante, quería ver cada reacción de su omega, y carajo, ¿eran sus tatuajes lo que lo hacían más sexy o era porque tenía los brazos tan grandes, y bien trabajados? Benditos sean sus padres.

— Está tan buena tu pija, desearía que estés acá dentro siempre.

El mediocampista ya no soportó, cambió de posición dejando al menor debajo suyo, comenzó a embestirlo tan bruscamente que el omega solo podía gemir fuerte, intentó tomar de los hombros ajenos pero fue detenido, sus manos fueron puestas encima de su cabeza.

— Esto te pasa por provocarme. — gruñó —

Julián empezó a sollozar de placer, su espalda se arqueó cómo nunca mientras miraba a su alfa, sus manos se convirtieron en puños, estaba sumergido en un placer inexplicable, como si estuviera tocando un punto que lo hacía más sensible.

— Dios, porfavor, porfavor — suplicó con lágrimas en sus ojos —

Enzo sonrió soltando sus manos, éstas se dirigieron al cabello del alfa, sus bocas formaron un beso lleno de pasión, Julián se corrió, y a las pocas embestidas después Enzo lo siguió mordiendo su hombro. 

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— Eh... Chicos — Leandro golpeó la puerta ligeramente — ¿Van a venir a comer?

— Ya vamos — respondió Julián —

Enzo descansaba a su lado desnudo solo tenían tapado sus partes íntimas con las sábanas, acarició el cabello de su alfa con cuidado, comenzando a llamarlo con una voz suave para no molestarlo.

— Bueno, dale, bellos durmientes. — entró repentinamente el Dibu — Dale, dale, que tenemos que estar al día muchachos. — Les tira una almohada y sale de la habitación con De Paul riéndose desde la puerta a carcajadas —

— ¡Hicieron más acá que en el entrenamiento, hijos de puta! — gritó Rodri —

Julián comenzó a reír al ver despertar a Enzo con el ceño fruncido, sin saber si estar molesto, o extrañado por la situación, esto provocó una palmadita en su mejilla.

La televisión de fondo como típica costumbre argentina se encontraba en un canal de noticiero, enfocando a Messi en la prensa hace unas horas.

“No me meto en la vida privada de mis compañeros, pero si estoy seguro que Julián y Enzo son unos increíbles jugadores, digan lo que digan van a pelear hasta el final.”

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Y ganamos, campeones mundiales, que emoción gente, Lionel Messi lo buscaba hace años y lo pudo conseguir en su último mundial, solo podemos esperar que puedan volver a estar juntos en la selección al menos unos partidos más en los próximos años y que Julián sea el heredero del 10.

Vamos Argentina carajo.