Reprimido (E. Fernandez x J. Alvarez)

Pica

Cenaron, y se divirtieron, bueno, algo así, su novia quería tener relaciones pero él se negó, usando como excusa el cansancio, y el estrés, aún así no le insistió más, él volvió a su hospedaje, ella al suyo.

Todos estaban en la sala, jugando, o con sus celulares mientras tomaban algo, le pareció raro que Enzo no estuviera ahí, cuando generalmente siempre está jodiendo con todos. Pensó que tal vez seguía con su familia, entonces sintió una presión en el pecho. Recuerda que cuando lo conoció estaba demasiado seguro que él era su alfa destinado, no se comportaba de tal manera con nadie, pero, llegó aquella mujer que hasta le concedió una cachorrita.

- ¿Sabes dónde está Enzo? - le preguntó a Otamendi -

- Eh... Creo que salió, pero capaz ya volvió, fíjate

Julián fue a su habitación, que definitivamente estaba vacía mirara por dónde mirara, pero al salir al pasillo apareció quien buscaba, con un rostro pálido, apretando los puños de las manos.

- Ella se dió cuenta

- ¿Cómo?

- Mi olor, el tuyo, cómo nos miramos, se dió cuenta.

El mayor abrió sus ojos como platos sorprendido, pero cuando iba pronunciar una palabra fue interrumpido por las posadas rápidas y fuertes de De Paul, quien los había ido a buscar.

- Los está buscando Scaloni, vayan, rápido

Ambos estaban medio perplejos, pero intentaron llegar lo más rápido posible a quien los llamaba, de igual manera era inevitable, ¿o no?, ocultarlo sería muy difícil, empezaron a pensar los dos, se iban a dar cuenta muy rápido como está pasando, pero esperaban que solo fuera por sus parejas.

- La prensa habla de un romance - habló serio Scaloni cruzado de brazos - Hay demasiados rumores, y quiero que me lo digan ustedes

- ¿Qué? - susurró Enzo con una sonrisa nerviosa -

- Están tan juntos que nisiquiera aparecieron una noche entera, Julián apenas se pudo mover en el entrenamiento, y hoy captaron a cierta pareja discutiendo en la puerta de este lugar.

Julián y Enzo se miraron entre sí, el primero se mordió los labios mientras jugaba con el borde de la tela de su campera, aunque era el mayor de los dos se comportaba más infantil, otra de las cosas más adorables que le parecía a Fernandez.

- Sácate la campera, lo vamos a hablar - dijo mientras pedía con la mirada un "porfavor" -

No podía negarse, Scaloni es de confianza, aunque fuera una situación grave, creía que tal vez de alguna forma podrían solucionarlo si se lo mostraba, decidió no mirar a Enzo mientras lo hacía por temor que le moleste su próxima acción.

Comenzó a quitarse la campera dejando a la vista su cuello que tenía marcas, pero bien sabían todos en ese lugar que solo era el inicio de lo que realmente ocultaba, Enzo miró a su amante, era tan satisfactorio verlo con esas marcas que le provocó, pero sabía que serían un peligro muy pronto.

- La remera también

Al mediocampista le molestaba que otro alfa mirara el cuerpo de su Omega, aunque siempre fue así, son futbolistas, hasta dormían cuatro en la misma cama, pero ahora es diferente. Álvarez se la quitó como ordenó el mayor de los tres, dejando a la vista su maltratado torso, pero el que mas resaltaba era la mordida de enlace en su hombro, era tan reciente que seguía morada, tal vez un poco menos que antes.

- Chicos, esto es muy grave - se acercó a ver aquella herida -

- ¿No estás enojado? - preguntó en un susurró Julián -

- Si que estoy enojado, pero podría correr tu vida y la de Enzo. Tenemos que ocultarlo, vamos a buscar todos los medicamentos posibles para ocultarlos hasta después del mundial.

- ¿Pero que vamos hacer con quiénes si lo saben? - preguntó Enzo -

- Esperar que nadie les crea, hasta entonces van a dejar de ser compañeros de habitación, Julián vas a dormir con Leandro, y Enzo vas a la habitación de Alexis.

- No, no podés hacerme esto - le respondió Enzo -

- No puede amanecer con más marcas así, y no les estoy dando un verdadero castigo, hay peores.

Asintieron y dijeron a unisono "está bien", Julian se volvió a poner sus prendas, era verdad, el castigo podría ser peor, los podrían haber separado todo el resto del mundial, pero el enojo, y los nervios volvieron a su cuerpo cuando entraron a la sala, la televisión estaba hablando de dichos rumores. Toda la selección estaba sentada en la sala escuchando aquello, pero al intento de ambos en huir solo les llamó más la atención, siendo detenidos por Otamendi.

- ¿Dónde carajo se metieron?

- Son estupideces de los periodistas - respondió ésta vez Julián -

- Ah, entonces ¿esa forma nueva de correr fue solo de hoy? - Los demás se rieron -

- Está bien chicos, no vamos a decir nada - dijo Messi - pero no hagan más boludeces.

Julián estaba dentro de todo tranquilo, sabía que se habían metido en una grande, en un país que estaba totalmente prohibido lo que habían hecho, y con prensas, personas, que harían lo que fuera por destruir de a poco a su equipo. Intentarían ono prejudicar a los demás que eran como su familia.

Pero como si en todo lo perfecto siempre debe hacer algo negativo, las personas de seguridad perseguían a una mujer, si, la novia de Julián. Era como una cámara lenta, cómo la mujer se acercaba a Enzo y le daba tal cachetazo que resonó en la habitación, pero esto luego del impacto, el alfa sonrió y se sentó en el sofá.

- ¡¿Estás loca?! - gritó Julián tomando de los brazos a la femenina -

- ¡Vos! Pelotudo de mierda, ¿cómo no me vas a contar algo así? - forcejeó hasta que fue llevada por los de seguridad -

- Bueno.. ¿algo más podría pasar? - dijo el portero de la selección dándole un sorbo a su bebida con hielo y bombilla -

Nadie pudo responder esa pregunta del más alto, Messi también ocultaba cosas, Julián solo pensaba que dios decida lo que sucedería, y Enzo tenía los pelos de punta, sentado masajeando su mejilla, pensando, cómo SU omega estaba de novio con tal salvaje, irónicamente él fue quien casi lo deja en silla de ruedas.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la mano del mayor sobre la suya sentándose a su lado, a pesar de todo, estaban juntos.