— ¡Ehhh Benja!
Lionel Messi estaba de acá para allá jodiendo con su ahijado, que decidió acompañar a su papá el Kun en los momentos más importantes de la selección Argentina. La cena fue relajante para la mayoría que estaban ahí, De Paul, Dibu y Kun eran los más payasos que ayudaban a sacar un poco la tensión de la mayoría.
Mayoría porque Enzo estaba un poco malhumorado, deseaba quedarse más tiempo en la cama con su precioso omega, nisiquiera tenía tantas ganas de comer, tanteaba la comida con el tenedor ganándose un regaño del delantero que estaba sentado a su lado.
— Parecés un puberto — se rió en su cara el mayor — el pibe tiene más ganas de vivir que vos — señaló a Benja quien hablaba alegremente con su padrino —
— Bien que lloras por más con este puberto — respondió llevando un pedazo de comida a su boca —
El día había concluido, todos fueron a sus respectivas habitaciones, Julián tuvo que escuchar los regalos de Leandro por hacerlo tanto en la habitación que hasta el olor a sexo se había impregnado en la cama como en la ropa.
— Hay algo que se llama forro, vos lo que haces con eso es... — Julián se tiró a la cama y se tapó hasta la cabeza — Te estoy hablando la concha tuya
El delantero se acomodó, estaba aún el aroma de Enzo en las sábanas, eso le ayudaría a dormir tranquilo, estaba tan agotado, Enzo le estaba dando casi todos los días.
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Julián se levantó temprano para ir a la playa con su familia, sus hermanos y padres preguntaban por él, hace tiempo que no los veía a pesar que ellos iban a verlo siempre en el estadio. Todos habían hecho lo mismo, salir con sus familias, Enzo estaba con su hija y la madre de ésta, quedarse solo otra vez no era una opción tampoco.
— Lewandowski y Gavi hicieron pública su relación — le contó su hermano — apenas Polonia y España fueron eliminados, es como si fueran libres ahora.
El joven Álvarez asentía ante las palabras de su hermano, estaba asustado, cuando se encontraba con la selección no pensaba tanto en ello, pero, faltaba poco para que el mundial terminara, apenas eso pase todos se volverían a sus respectivos hogares en diferentes países. Enzo y él vivían lejos. Un pensamiento que le carcomía la cabeza cuando estaba solo o personas fuera de la selección.
Disfrutó el resto del mediodía con su familia, mientras se volvía para poder entrenar un mensaje en el grupo de la selección hizo que se mordiera el labio inferior de incomodidad. Una cena entre todas las familias de la selección esa noche antes del partido.
En el entrenamiento estaban todos más concentrados, Julián se unió al instante de llegar sin perder tiempo, en el trote Enzo lo acompañó a su lado, aunque no le hablaba e insinuaba cómo últimamente, las cosas se volvían cada vez más tensas en el mundial.
— Daale los pibees — De Paul llegó con un parlante en mano mientras bailaba —
— Pará Tini — le gritó Lautaro —
— Buee, un poco de alegría che
Le gustaba que entre sus compañeros se levantaran el ánimo, su estrés disminuyera cada vez que hacía otro una boludes, era un respiro después de tantas emociones juntas.
— ¿Qué Tini? Se lo quiere comer al capitán — agregó Otamendi —
— Eeeaaa, el ganado del capi se junta — Enzo se unió a la joda —
El entrenamiento terminó en un Lionel Messi rojo por tanto reir, y todos sus compañeros descansando a De Paul a más no poder.
La noche había llegado más rápido de lo esperado, fueron cada uno con sus familias para dirigirse al lujoso restaurante que los esperaba, las esposas se tomaron fotos juntas, los infantiles jugaban juntos, y Julián.. él estaba ahí sentado esperando la comida con la mayor paz que podía mantener en ese momento, sus hermanos y padres se sentaron a su lado, charlaban alegremente, cruzaban conversación con la familia de los demas jugadores también, cómo el hermano del Dibu que su humor eran tan parecido al portero Argentino.
— ¿Y tu mujer, Juli? — era la esposa de Enzo —
— No pudo venir
— ¿Enserio? — sonrió — no pasó nada entre ustedes dos, ¿no? Es una hermosa mujer, hasta decían que estaban comprometidos.
— La gente dice muchas cosas, como esposa de un jugador tenés que acostumbrarte, sean verdades o no.
La conversación fue interrumpida por la llegada de los demás a la mesa, entre ellos estaba Enzo con su hija, que no sabía nada de la situación que se había formado, perjudicando el ambiente.
— Hay que darles apoyo ésta noche para mañana. — habló la esposa de Lautaro, que fue respondida seguido por la Fernandez —
— Si, olvídate — miró a Julián —
El joven goleador tenía las venas ardiendo de la molestia, le dió un trago a su bebida alcohólica en la copa, su mirada se dirigió a Enzo, quien también se notaba molesto.
“Pelotuda.”
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“Argentina y Croacia están preparándose para el partido, esto será muy fuerte, también es el último mundial de Lukas Modric”
Julián estaba más enfocado en lo que se venía, aunque su alfa mediocampista quería acercarse a hablarle, estaba molesto por lo sucedido en la cena, así que era cortante, hablando más con sus demás compañeros.
La familia Álvarez se había dado cuenta de la situación, en el momento de la despedida le preguntaron si estaba bien, su expresión era tan seria, no tenía forma de tapar su enojo, y como si fuera poco, Enzo había vuelto tarde a su habitación, lo sabia porque escuchó hablar de eso de su compañero de habitación.
— Si es por anoche, prometo que no volverá a molestarte — susurró en su oído y le besó el cuello rápido para que las cámaras no lo capten —
El enojo de Julián terminó desapareciendo de a poco, su concentración fue directo al partido, saliendo en fila hacia la cancha entre gritos de aliento.
Iba callar a esa mujer, ya no importaba si los separaba y quedaban en malos términos, no dejaría que nadie le pisoteara, su orgullo le dolería, como su corazón si dejaba ir a su alfa.
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Creo que es medio aburrido éste capítulo, pero no sé preocupen, ya va llegando lo bueno.
— Azuki
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Reprimido (E. Fernandez x J. Alvarez)
FanfictionEl mundial 2022 había comenzado, y hasta entonces el joven omega, Julian, había reprimido sus sentimientos por su compañero Enzo, un alfa que aunque era menor que él, y ya tenia una vida formada con una omega mujer, nada detendría el deseo. Enzo Fe...