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Salí de casa con mi cámara en mano, un bolso lleno de bocadillos y el cabello hecho una mierda. Me dirigí a un parque.
La verano hace que los árboles brillen, las flores
Lucen hermosas, gracias a los rayos de sol.
El parque estaba lleno de gente, los niños gritaban y corrían por todos lados, los ancianos alimentaban patos y los enamorados estaban tirados en el césped viendo las nubes pasar, caminé directo a un pequeño bosque, los árboles son lo que me importa hoy, posicione mi cámara y comencé, los árboles florares son hermosos, no importa cuál sea. Pronto será otoño y estás flores desaparecerán, todo se pintará de un nuevo color, volveré en otoño, tomaré una fotografía de cada árbol grabado en mi cámara. Después de un ardo trabajo de casi dos horas me decidí incorporarme al parque, solo quiero tomar asiento, por desgracia cada banca estaba ocupada, mis opciones se limitaron a un anciano con un perro y un chico solitario, los perros parecen odiarme, me dirigí al lugar donde se encontraba el chico solitario.
- Disculpa.
- Hola.
- ¿Puedo sentarme?
- Claro. 
- De acuerdo.
Tome asiento, saqué las frituras que guardaba en mi bolso, estaba a punto de saborear las frituras hasta qué, los patos comenzaron a rodearme.
-Fuera patos, son mis frituras, las necesito más que ustedes-
Dije con una voz tonta, el chico solitario soltó una carcajada.
-Qué mala eres.
-Qué, ¿disculpa?
-Son solo patos.
Él chico sacó una bolsa con migajas de pan, comenzó alimentar a los odiosos patos mientras yo comía mis frituras. El chico parecía ser muy amigable, pasaron cerca de cinco minutos, ambos terminamos, los patos corrieron hacia un anciano que parecía dispuesto a alimentarlos. El chico soltó una cálida sonrisa y yo, le devolví la sonrisa, eso basto para comenzar una conversación.
- Gracias por ayudarme.
- Eso. No fue nada.
- Si lo fue.
- De acuerdo, por nada.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Mi nombre es Daniel, ¿el tuyo es?
- Mi nombre es Juliet.
- Mucho gusto Juliet, ¿eres fotógrafa?
- Sí, lo soy, gracias por notarlo
- ¿Qué fotografiaste el día de hoy?
- Los árboles florales.
- Qué lindo, los árboles son hermosos en verano. 
- Sí, lo son, puedo preguntar a qué te dedicas.
- No lo creo, tengo que irme.
- De acuerdo.
- ¿Puedo verte después?
- ¿Cómo lo harás?
- Cierto, aquí tienes, tengo que correr, adiós.
Daniel me dio una tarjeta con su número de teléfono después de salir corriendo, parece un buen chico así que la conservaré. Permanecí un rato más sentada, eran cerca de las dos de la tarde, tenía que ir a casa, hay algo que tengo que hacer, la foto del chico del violín lleva días ahí, tomé mi bolso y me dirigí a casa, el sol estaba demasiado fuerte y llevar puesta una chaqueta sin duda fue una de mis peores ideas, el parque queda muy cerca de casa así que resistí. Llegué a casa y lo primero que hice fue quitarme la chaqueta y las zapatillas. Pase por el pasillo para llegar a mi habitación, hice un gran esfuerzo para no voltear a la derecha donde se encontraba un gran espejo, no quería ver mi reflejo, estaba segura de que me veía horrible, pero lo hice, mi cabello estaba lleno de polvo y hojas.
-¿En verdad estuve así todo el día?-
verme hecha una tonta me basto para reír a carcajadas.
-Juliet eres una tonta-
Me dije a mi misma mientras observaba ese cabello tan espantoso en el espejo. Me quite los jeans y corrí al baño, no quería tomar una ducha pero debía hacerlo, no tarde ni diez minutos. Al salir de la ducha entre a mi habitación, tome un camisón, un pantalón corto, unas medias  y un par de pantuflas.

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