Little by little we gave you everything you ever dreamed of. —
Faltaban apenas un par de días para navidad y con ellos venían el cumpleaños de Juliana y Lorenzo, respectivamente.
Este año le tocó a Valentina tener libre los días antes y durante esta festividad, lo que significaba que año nuevo tendría que estar de guardia, pero eso estaba bien. Les daba la oportunidad de encajar un poquito más a su rutina como una pequeña familia que estaba puliendo su dinámica.
Por ello, Valentina les propuso a sus chicos favoritos que fueran a pasar estos días a casa de Lucia dónde, no solo la conocerían a ella, también estaría su padrastro Jacobo y su hermana Eva. Su familia estaba prácticamente rogando por conocer a Lorenzo y Juliana, ¿Cómo no hacerlo? Valentina hablaba tan bien sobre ellos, que había creado unas altas expectativas en ellos. Una que la alfa estaba más que segura que la llenarían, pero Juliana... era otro tema.
—¿Hemos subido todo lo que necesitamos? —Consultó la alfa, una vez que todo lo habían planeado llevar se encontraba en el automóvil de Valentina, una Range Rover negra.
—Creo que sí, alfa —ambas caminaron juntas con Lorenzo de la mano hasta donde se encontraba el móvil.
Valentina notó el mal estar de Juliana, no por primera vez en los últimos días, y luego de acomodar al pequeño en su silla especial, que la alfa se había encargado personalmente de elegir la mejor para su seguridad, se acercó a la omega, antes de que esta pudiera entrar a la parte del copiloto.
—¿Sucede algo malo, Juls? —Tomó de su mano, deteniendo a la omega.
Juliana suspiró, recostando su cuerpo un momento por la puerta. Si se agachaba un poco podía ver a su cachorro jugar entretenido con su muñeco Slinky y Buzz.
—¿Y si les caigo mal? —Preguntó, con voz pequeña. —¿Qué pasará si me juzgan, o peor que ello a Lorenzo?
Valentina cuidadosamente se colocó delante de la omega y colocó sus cálidas, los alfas eran más cálidos corporalmente, sobre sus mejillas e hizo que suavemente mirara hacia arriba.
—Eso no sucederá, omega. Mi madre, padrastro y hermana son excelentes personas y no harían eso jamás —la tranquilizó con voz suave pero segura.
Juliana se apoyó en el toque de la alfa, como un pequeño gatito necesitado de cariño.
—Pero, ¿y sí-
—No permitiré que suceda —la interrumpió, antes de dejarla seguir divagando. —No preocupes más tu hermosa cabeza con ello. No dejaré que nada de eso suceda, por más que sea mi familia ustedes también lo son, ¿sí?
Juliana asintió, un poco más tranquila con las palabras de Valentina. Esto de conocer la familia de la alfa había estado comiendo sus inseguridades, pero es ¿Quién podría culparla?
La gente no era receptiva con omegas con cachorros y sin alfas, y las posibilidades de lo que podría salir mal habían estado inundando su mente.
Valentina sonrió entonces, dejando un beso pequeño en cada párpado de la omega. Era en aquellos momentos en que la alfa era perfectamente feliz, solo esperaba poder cumplir su promesa respecto a la bienvenida de su familia.
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Los nervios se habían dicho un poco durante lo que los llevó llegar a la casa de Lucia y Jacobo, unas horas después. Pero habían vuelto en el momento en que Valentina doblo en la esquina de su casa de la niñez. Juliana inspiró con fuerza, dándose vuelta a penas para ver a Lorenzo qué dormía en su asiento especial. Sonrió, porque había sido toda una sorpresa cuando Valentina apareció con ella colocada en la parte trasera del automóvil, y volvió a emocionarse por la forma en que la alfa los cuidaba y pensaba siempre en su bien estar y seguridad.
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𝐀 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐦𝐚𝐬 𝐁𝐚𝐛𝐲; 𝐉𝐲𝐕
RomanceEn la pirámide de una sociedad sexista, los omegas son el último escalafón de la cadena. La sociedad religiosa de Doncaster pondera el alfa y omega bien casados y marcados, donde no hay lugar para la inmoralidad. La alfa Valentina Carvajal, médica p...