I wanna talk tonight, until the mornin' light, 'Bout how you saved my life. You saved my life—
Estos eventos suceden antes del epílogo.
Las gemelas, Johanna y Lucia, cumplían 6 meses ese día, uno bastante caluroso por decir poco y era por eso que estaban en la casa de los Danvers teniendo un día de piscina y barbacoa.
El sol se alzaba por encima de ambas familias bañándolos con su calidez, el aroma a comida asada flotaba en el aire y lo que menos que faltaban era las risas de niños que llenaba junto con el ruido del agua al chapotear en ella.
Por supuesto no podía faltar una batalla familia contra familia.
Los Danvers, por un lado, Kara con Aarón y Joan, contra los Carvajal por el otro lado, Valentina con Lorenzo, en un pequeño partido de fútbol acuático, y era todo un espectáculo de ver. Los chicos corrían en el agua mientras sus madres jugaban con ellos cómo si no hubiera un mañana, una maraña de brazos y agua rebotando lados por todos.
—No sé quiénes en esa piscina son los niños —suspiró Lena, con sus anteojos de sol oscuros y en bikini, tratando de broncearse.
—En casa me pregunto lo mismo —rio Juliana, viendo cómo su esposa discutía con la alfa dueña de la casa por lo que parecía ser un juego entre ambas.
Johanna y Lucia estaban a su lado, acostadas en unas mantas bajo la sombra de un árbol viendo cómo las hojas se movían encima de ambas cómo si fuese lo más interesante del mundo, mientras lanzaban patadas y manotazos al aire, balbuceando algo que parecía ser una intensa conversación entre ambas hermanas. Tenían un par de vestidos sueltos idénticos, pero con colores pasteles invertidos.
Juliana las vio con nada más que amor en sus ojos, se acercó y dejó un beso en la cabecita de cada una ganándose automática una sonrisa por parte de ambas, suaves ruiditos de alegría caían de ellos. Las niñas eran de lo más risueñas que había, quiénes amaban recibir atención de sus madres y hermano.
Inspiró el aroma a bebé y shampoo a manzana que emanaban, su omega interna alegre porque sus cachorros estaban sanos, a salvo y cerca suyo, así como su hijo mayor y su alfa...
—Tengo hambre —se quejó Lena, con los ojos cerrados y frotando su barriga.
—Pues no eres la única —indicó la menor, viendo a su amiga. —Creo que la bebé Vicky también lo hace —indicó la joven, viéndola quejarse a su lado.
Lena rápidamente abrió los ojos, su pequeña bebé reposaba en su cochecito a su lado, haciendo suaves sonidos que parecían quejidos. La niña apenas tenía un par de meses, pero sabía hacerse notar cuando quería algo. Su madre omega la tomó suavemente, y se la llevó a su pecho calmando su malestar. Juliana sonrió ante la bella vista.
Las gemelas hacia más de 2 que legalmente eran suyas y no había nadie que pudiera revocar esa decisión. Recuerda lo nerviosa que estaba cuándo llegó el día en que se decidiría si efectivamente se iban a quedar con ellas permanentemente.
Valentina cómo siempre, le había asegurado que todo estaría más que bien con su suave voz calmada y paciente, sus toques amorosos y su presencia fuerte y permanente, y entonces Juliana no podía temer a nada porque tenía a su alfa y a sus 3 hijos con ella.
Para cuándo volvieron a casa esa mañana, las 2 pequeñas en sus cochecitos dobles y Lorenzo en los brazos de su madre alfa, lo hicieron con la certeza y proclamación del juez que Johanna y Lucia eran ahora hijas suyas y de Valentina. Ese día celebraron con una pequeña cena familiar en casa de la madre de Valentina.
—¡Mami, ven! —Lorenzo la llamó con sus manitos, desde encima de los hombros de Valentina. Su voz la sacó de sus pensamientos, viendo cómo su esposa e hijo la miraban y esperaban por ella.
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𝐀 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐦𝐚𝐬 𝐁𝐚𝐛𝐲; 𝐉𝐲𝐕
RomanceEn la pirámide de una sociedad sexista, los omegas son el último escalafón de la cadena. La sociedad religiosa de Doncaster pondera el alfa y omega bien casados y marcados, donde no hay lugar para la inmoralidad. La alfa Valentina Carvajal, médica p...