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Regresó de la cena justo en la madrugada, después de haberle dicho la verdad a Sherlock este quizo mimarlo un poco y estar por otro rato más con el y su hijo no pudo negarse a esa peticion dejando lo hacer.

Al haber se echo muy tarde  permitió que su amado lo llevara a la mansión, ya que estaba al tanto de su embarazo quería que lo visitará cuando el quisiera. Se despidieron con un corto beso y se marcharon cada uno por su camino. Llego a la habitación, y se recostó tratando de reconciliar el sueño aunque estaba siendo difícil había vivido tantas emociones que lo tenian un poco ansioso, deseaba que llegara ya la mañana.

En cuanto amaneció salió de la cama y se dirigió a la ducha para darse un baño caliente, listo, abandono la habitación. En el camino se encontró con su hermano Albert, quien le mencionó que debía asistir a una reunión urgente y no podría presentarse en el desayuno. William asintió y le deseo un buen día -ya después hablarían-  Cuando su hermano partió, se dirigió a la habitación de su hermano Louis lo buscaría para que desayunen juntos.

Llamó varias veses y no obtuvo respuesta, se le hizo extraño y un poco preocupante, abrió y se adentro notando que su hermano no estaba, la cama aún seguía tendida. Se sentó en ella y empezó a preguntarse donde podría estar aún era temprano y no había forma de que se haya levantado.

Fijo su vista a la puerta cuando noto que estaba siendo abierta con mucho cuidado. Se sorprendió al ver que era su hermano Louis, se dejó caer sobre la puerta hasta el suelo y una sonrisa boba dejó escapar.

William lo miro desconcertado. Louis estaba tan metido en su mundo que ni siquiera se percato de su presencia, no sabía que pensar.

—Louis... ¿donde estabas?—su semblante se tornó serio, Louis no había dormido anoche en su habitación y de eso estaba muy seguro

Su pequeño hermano palidecio al escucharlo y enseguida se puso de pie buscando compostura, vio que abrió la boca para decir algo que nunca pudo formular y se quedó callado.

—no estoy molesto solo me desconcerta mucho el echo que no pases la noche en tu recámara. Las cosas se pueden malinterpretar.

—Lo siento, pero el señor Mo—tapo su boca al darse cuenta lo que diría. agacho la mirada avergonzado no tenía caso ocultarlo su hermano sabía de quién trataba.

—¿así que el señor Moran eh?—rio a lo bajo, e hizo un ademán para que su hermano tomara asiento a su lado.

—hermano William no es lo que piensas —tomo asiento y sus mejillas se sonrojaron, casi termina acostándose con Moran pero obvio omitiria ese pequeño detalle.

—Lo sé, —acercó más a Louis y lo abrazo— el señor Moran puede ser un desvergonzado, atrevido y pervertido sin pudor alguno pero se que el no te tocaría a menos que tu se lo permitas.

Louis escondió el rostro, su cara ardía furiosamente de vergüenza se sentía como un niño pequeño exagerando las cosas por algo tan normal como las "relaciones sexuales" No estaba acostumbrado a ese tipo de conversaciones y mucho menos con su hermano.

Después de la pequeña platica con William este lo espero mientras se duchaba. Cambiado y listo se retiraron al comedor donde vio a Moran, le regalo una pequeña sonrisa que fue bien correspondida. Durante el ameno desayuno tuvieron platicas agradables entre todos y un ambiente efusivo, cuando William les explicó la ausencia de Albert lo entendieron ya sabían que si no se presentaba era por una urgencia en su empresa.

El desayuno finalizo y cada quien se fue a cumplir con sus obligaciones. Louis llevó a su hermano a la biblioteca y le sirvió un Té, mientras el se encargaría de darle limpieza a la estancia, ya que Albert no estaba debía cuidar a su hermano. No le molestaba, pasar tiempo con William era lo que más apreciaba.

NARCISOS [TERMINADA ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora