Renacimiento de los últimos días: Llevo a mi familia a luchar contra los zombis

Capítulo 40

Los tres recogieron la mercancía sin problemas, y el maletero era relativamente espacioso, lo justo para depositar unas cuantas cajas de mercancías.

Dejaron el coche para que Lu Hao y Su Jin condujeran de vuelta. Su Jin se sentó en la última fila, abrió el panel de cuero del medio, metió la mano y, sin que nadie se diera cuenta, metió las cajas de mercancías en el espacio.

El coche de Guo Yang tenía una lámina sobre el cristal, por lo que el interior era completamente invisible desde el exterior. Nunca había tenido tanta tranquilidad a la hora de recoger la mercancía, así que es una gran sensación de logro y tranquilidad~.

Lu Hao también pensó que era muy conveniente, parecía que era hora de invitar a Guo Yang a una gran comida.

Después de salir del trabajo, Guo Yang caminó aturdido por el callejón del edificio residencial. ¿Qué hay de la gran comida que Lu Hao y la cuñada habían acordado?

La llamada gran comida, por supuesto, es Lin Yunguo personalmente cocinado, Guo Yang vio a la familia feliz, de repente sintió que esta comida no parece tan mala, después de ver a la familia establecer una gran mesa de platos, Guo Yang tenía una sensación de invitado de honor, después de probar la cocina de Lin Yunguo, realmente sintió que esta es una gran comida, demasiado condenadamente deliciosa, cierto.

Lu Hao está muy contento de estar casado con una esposa tan hermosa y de tener una familia tan buena. Sin embargo, Guo Yang se alegró de que Lu Hao pudiera formar una familia y establecer una profesión. Sólo que, ¿de dónde viene este sentimiento de tener un hermano menor creciendo?

Nie Qing no pudo dejar de mirarlo desde el momento en que Guo Yang entró. Guo Yang realmente sintió la mirada de Nie Qing, aunque no sabía por qué este tío siempre lo estaba mirando.

Más tarde, después de conocerlo bien, Guo Yang preguntó sobre esto y se dio cuenta de por qué Nie Qing siempre lo miraba.

Resultó que cuando Nie Qing vio a Guo Yang, vio la luz del Dios de la Riqueza emanando de su lado; este tipo parecía estar bendecido por el Dios de la Riqueza de las Cuatro Direcciones y estaba lleno de la grandeza del Dios de la Riqueza. Nie Qing nunca había visto a una persona así, así que no pudo evitar mirarlo unas cuantas veces más.

Guo Yang también estaba riendo cuando se enteró, pero él todavía creía en lo que dijo Nie Qing. que fue bendecido por el Dios de la Riqueza, también fue bastante afortunado dentro de los últimos tiempos, pero todo esto fue una ocurrencia tardía.

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Aún faltaban unos días para la entrega de la casa de Lu Hao y Su Jin. Por la noche, Lu Hao llamó al padre de Lu, Lu Guanhai, y le pidió que viniera mañana a Ciudad H. Cuando Lu Guanhai supo que se trataba de su hijo, aceptó sin pensárselo siquiera.

Lu Guanhai suspiró impotente mientras miraba la habitación de alquiler vacía, en la que sólo había una cama para dormir. Fue una suerte que hubiera dejado todos sus ahorros a su hijo en primer lugar, de lo contrario habría sido engañado por esa madre y esa hija tarde o temprano.

Resultó que Lu Guanhai y su segunda esposa, Liu Meifang, se habían divorciado un mes antes. Cuando ella se enteró de que Lu Guanhai era un anciano sin más sustento que su pensión, dijo inmediatamente que quería el divorcio. Quería encontrar una esposa con la que pasar su vejez, pero no esperaba que fuera una persona así.

Para no causar problemas a su hijo y a su nuera, se mudó tras el divorcio y vivió solo en esta casa de alquiler. La casa que había comprado también se la dejó a Liu Meifang y a su hija.

Así que nada más recibir una llamada de su hijo, aceptó inmediatamente ir. Se preguntaba si había ocurrido algo por parte de su hijo. ¿Será que se peleó con su esposa?