Capítulo 4

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Pasaron dos semanas y ya había dejado de pensar en Enzo. Ya había entendido que era un jugador de fútbol súper famoso y conocido y que yo no era nadie. Ya había entendido que lo que charlamos en el avión fue solo una charla para pasar el momento. Ya había entendido que él y yo no íbamos a estar nunca juntas.
Estuve todo el día con Julián, a esta altura ya éramos amigos y siempre íbamos al café que me había recomendado él, me encantaba.
- Vas hoy? - me preguntó Julián mientras merendábamos.
- A dónde? - le pregunté mirándolo confusa.
- A la cena - me dijo.
- Cena? Que cena? - no entendía nada.
- Hoy tenemos todos una cena, algunos invitaron a sus familias, pensé que Lio te había dicho algo. Veni -
- Papá no me dijo nada, después le pregunto -
Me fui pensando en la cena, tenía que hacer un par de cosas pero me fui directo a casa para hablar con mi papá.
- Pa - grité cuando llegué a mi casa.
- ¿Que hija? - me preguntó.
- Juli me dijo que hoy hay una cena, no nos dijiste nada -
- Me olvidé! Perdón! Hoy vamos todos a cenar a un hotel muy lindo, ahora le aviso a mamá -
- Papá por Dios! Si Julián no me decía no sabía nada -
Mi papá subió a avisarle a mi mamá y yo empecé a buscar que ponerme a la noche.
Encontré en el vestidor de mi mamá un vestido precioso, era blanco con brillos dorados al cuerpo. Me lo probé. Me sentía una reina. Decidí que eso iba a ser lo que me pondría a la noche.
2 horas antes de salir me empecé a preparar; me bañé, me cambié, me maquillé y me peiné. Tengo que admitir que estaba hermosa y también muy nerviosa por ver a Enzo, aunque sabía que nada iba a pasar y seguramente haría de cuenta que no nos conocíamos.
Llegamos a la cena y saludé a todos, Julián estaba sentado al lado de Enzo pero se movió de lugar, estaba segura de que era para que yo me siente ahí así que ahí fue donde me senté.
- Qué haces desaparecida? - me dijo Enzo riéndose.
- Desaparecida? Yo? O vos? - le pregunté, de alguna manera algo desafiante.
- Julián me dijo que andas diciendo por ahí que no te escribo - me dijo y tosí de la incomodidad.
- No me escribiste nunca, me dijiste que íbamos a hablar - le dije enojada.
- Tenés razón, te prometo que ahora te voy a escribir -
Seguimos hablando toda la cena y después del postre todos se fueron a tirar al lobby del hotel y yo fui con ellos. Se me acercó Oriana, la novia de Dybala.
- Estás a mil con Enzo e! - me dijo.
- Ay no! Somos amigos - le dije.
- Te aseguro que terminan juntos - me dijo.
Seguí hablando con Ori un rato hasta que vino Dybala a decirle que se tenían que ir, me quede sola sentada en uno de los sillones y se me acercó Juli.
- De qué hablaste con Enzo? - me preguntó.
- Con vos estoy enojada - le dije jodiendo - le dijiste a Enzo que te dije que no me hablaba!
- Ahora te va a empezar a hablar, vas a ver - me dijo.
- Ojalá - le dije.
- No me dijo nada pero, estoy segura que está loco con vos -
Me brillaron los ojos. Oriana y Julián me habían dicho que estaba muerto conmigo. Me animé y le fui a hablar a Enzo, esta vez fui yo y no esperé a que venga el. Para mi suerte estaba sentado solo.
- Me aburro - le dije, no sabía que decirle.
- Yo también, vamos afuera? - me dijo.
Salimos y subimos a un balcón hermoso, se veía toda la ciudad luminosa, era increíble. Nos sentamos en un banquito.
- Pensé que no te iba a volver a ver - le dije.
- Yo sabía que te iba a ver, lo presentía, no podía quedar ahí - me dijo.
- Jajaja puede ser - no sabía de qué hablarle ni qué decir.
- Veni - me dijo y sacó una foto - la puedo subir? -
- No, salí fea -
- Que decís - me dijo riéndose de mi.
- El otro día me reconocieron como "la de la historia de Enzo" - le dije girando los ojos.
- Sentite orgullosa - me dijo.
- Jajaja, orgullosa de que? - le pregunté.
- No se - me dijo.
Nos mirábamos, estábamos cara a cara, puso su mano en mi cachete y se acercó a mi. Me estaba por dar un beso pero llegó De Paul.
- Enzo, nos vamos - le dijo.
- Ahora? - preguntó Enzo.
- Es la 1 de la mañana, ahora! - le dijo - te espero en el auto -
- Bueno, me tengo que ir - me dijo y me dio un beso en el cachete.
Casi lo besaba. Estaba tan cerca. Y tan feliz. Había sido una noche de ensueño. Volví a mi casa feliz.

Todo empezó por un mundial - Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora