Capítulo 11

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Me quedé hablando con Enzo y quedamos en ser amigos. Wow. Que dura la palabra "amigos", no? Yo sabía que no iba a poder ser su amiga.
Volví a casa, esta vez sintiéndome rara. Era su amiga pero aunque sea ya estábamos mejor creo. Me tiré a la cama a dormir y al otro día, cuando me levanté, le escribí a Enzo para ir a desayunar y, como era de esperarse, no me contestó.
Fui a desayunar sola y leí el diario un rato hasta que me sonó el celular. Mensaje de Enzo. Me había dicho que no podía entonces le propuse ir a almorzar, me dijo que iba a almorzar con otra persona. No se si era una excusa o era en serio.
Por la tarde fui al gimnasio y después fui a tomar un café con Oriana. Me estoy haciendo muy cercana a ella, siento que conectamos mucho.
- Qué pasó con Enzo? - me preguntó - no me creí la historia que inventaste ayer, es obvio qué pasó algo, no se van a separar porque si -
- Lo cagué con otro - le dije - con un amigo suyo. Lo hice mierda. No me lo merezco -
- Uf, es duro - me dijo - a mi me había pasado algo parecido con Paulo y, míranos ahora, somos inseparables. Esas cosas te hacen más fuerte -
- No se amiga, te juro que no se - le dije - me dijo que seamos solo amigos -
- No van a aguantar y van a volver, creeme -
- Ojalá -
Volví a mi casa y la charla con Ori me había dado algo de esperanza. Fui a cenar a lo de mi abuela con todos mis primos y me había olvidado lo que me hacían reír ellos. Sentí por un momento que nunca había estado mal, que siempre estuve riéndome con ellos.
Estuvimos en lo de mi abuela hasta tarde y después dormimos ahí. Me levanté a la mañana siguiente y salí a correr. Después volví a mi casa y puse a cargar el celular que lo tenía sin carga desde la noche anterior. Muchos mensajes. Muchas llamadas perdidas. Empecé a contestar todo hasta que leo él mensaje de Tini, me había dicho que ya mismo vaya a leer el diario. Bajé las escaleras y agarré el diario que había llegado a mi casa esa mañana. Primer pagina del diario. La foto de Enzo con una chica rubia, muy linda. Leo el titulo del diario. "Enzo Fernández y Valentina Zenere se están conociendo". Me puse a llorar de vuelta. Y a pensar. Ahora entiendo porque teníamos que ser amigos, seguro estos ya se venían conociendo hace un tiempo, por lo menos dos semanitas.
Le había hecho mal y se merece una mujer mejor. Pero yo? Yo no iba a poder seguir tranquila, menos sabiendo eso. A parte, él es una figura pública ósea que me iba a enterar de todo lo que hagan. Abro Instagram. Busco a Valentina porque Enzo me seguía teniendo bloqueada. Había subido una foto con Enzo. Se estaban dando la mano. Ella tan diosa, con un vestido azul y tacos negros, con aretes plateados que resaltaban. Y él. Él es tan lindo.
Soy adolescente. Era algo que me iba a pasar. A mucha gente le pasa, pero, no sabía que se sufría tanto.
Decidí que no le iba a escribir más a Enzo, ni para ser su amiga. Él y yo quedamos simplemente en la historia, una historia que ya dio su fin.
Fui a almorzar con mis amigas, estaban más tristes que yo. Las amo. Después vinieron a mi casa y estuvimos toda la tarde haciendo cosas, supuse que querían que me mueva un poco para despejarme. Fuimos a caminar, a la pileta, cocinamos y nos hicimos licuados. Una perfecta tarde de verano. Casi perfecta porque era con el corazón partido en dos.

Todo empezó por un mundial - Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora