Capítulo 20

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Emi y yo nos cambiamos para ir a cenar con todos. Ella estaba diosisima; tenía un cargo negro tiro bajo, top blanco y unas jordan high blancas. Yo estaba más sencilla; jean negro ancho, top negro y zapas blancas. Bajamos a uno de los restaurantes y nos sentamos en una mesa larga con todos. Ella al lado de Juli que le había guardado un lugar y yo en el único lugar que quedaba libre que era al lado del Papu y del Dibu.
Pedimos la comida y fuimos a buscar la entrada al buffet. Agarré ensalada y justo me lo crucé a Enzo. Me arriesgué.
- Podemos hablar después? - le pregunté.
- Si, después - me dijo.
No se si íbamos a terminar hablando o no pero que me haya contestado ya me alcanzaba.
La comida estaba muy rica, me había pedido un risotto de hongos y para tomar un trago de maracuyá.
- Después nos prepararon una fiesta - dijo mi papá - para ustedes obvio, yo no voy -
- Vas a ir - le dijo Messi.
- Ni en pedo, ya estoy grande -
Estábamos terminando de cenar y Valentina se levanta de la mesa.
- Me tengo que ir a dormir que mañana temprano tengo un casting por zoom - dijo, algunos le desearon suerte y otros como yo ni la miraron.
Eso era bueno, un obstáculo menos para hablar con Enzo.
Pedimos postre y cuando terminamos nos quedamos hablando un rato. Hablé mucho con el Papu Gómez. Es muy gracioso. Creo que era de las primeras veces que habíamos hablado.
- Empezó la joda - dijo papá y me reí - vayan todos a la pileta -
Fuimos a la pileta y había mucha gente con banderas y cosas de argentina festejando. Baile un rato con las chicas y estaba siempre pendiente a lo que hacía Enzo hasta que en un momento lo perdí, pero no me importó.
- Amiga, aprovecha que no está la bruja - me dijo Emi.
- Si, pero no se en dónde está - le dije.
- Anda a preguntarle a Juli -
- En un rato voy - le dije.
El DJ era muy bueno, sabía poner música. La fiesta estaba buena, la pasé bien. Pero estaba cansada y quería solucionar todo con Enzo. Lo busque por todos lados y no estaba, hasta que fui al lobby y lo vi tirado en el sillón con Julián.
- Cuídalo - me dijo - está muy tomado -
- Uy - le dije - todos están así? -
- Solo el - me dijo - no se que le pasó -
Me senté al lado de él y se estaba quedando dormido.
- Quien... quien sos? - me preguntó.
- TN - le dije.
- Ah vos, ándate - me dijo.
- No - le dije.
- Bueno quédate - me dijo - pero no le cuentes a Valentina que me prohibió estar con vos -
- Está loca - le dije - la querés en serio? -
- Qué se yo boluda, me hubieras dado bola - me dijo - cómo me cagaste e... y con mi mejor amigo, pero sos tan linda -
Enzo estaba completamente ebrio y, ya se que estuve mal, pero me aproveché un poco de la situación para preguntarle cosas ya que sabía que en ese estado el me iba a responder con total sinceridad.
- Por qué no volvemos? - le pregunté.
- Sabes cómo volvería con vos... pero tengo miedo -
- Ay no me digas eso -
- Obvio, mira si me volves a cagar. Valentina es una zorra pero por lo menos me valora un poco -
- Yo también te valoro -
- Y yo a vos no sabes cuanto - me dijo - te amo -
Wow. Era tan loco lo que estaba pasando. No sabía que hacer.
- Pelotuda respóndeme - me dijo - ya se que no me amas pero no se, mentime, te necesito -
- Y yo a vos no sabes cuanto - le dije - pero estás mal, subí a dormir -
- Dormís conmigo? - me preguntó.
- No Enzo, no tenés idea de lo que estás diciendo, dale anda a dormir - le dije - te acompaño hasta tu habitación -
- Y te quedas conmigo? -
- No -
- Entonces no - me dijo.
- Sos difícil e -
- Por favor, dormí conmigo que te extraño -
Realmente lo que me decía me partía en mil pedazos el corazón, pero no podía hacer nada. Él estaba ebrio y, como si fuese poco, tenía novia.
A la fuerza lo pude hacer subir a su habitación y se tiró en la cama con la ropa que tenía, no se podía ni poner pijama. Abrí la cama y lo tapé.
- Buenas noches - le dije bajito.
- Quédate acá - me dijo.
- No Enzo, tengo que ir a dormir a mi habitación -
- Por favor - me dijo - hasta que me duerma -
- Bueno, pero cerrá los ojos así te dormís -
- Dale mamá - me dijo.
- Jaja cállate boludo -
Enzo cerró los ojitos y yo solo podía mirarlo y pensar en todo lo que había perdido por un tonto error. Todo lo que me había dicho por el efecto del alcohol no se si me hizo bien o mal. Él en serio estaba dolido, yo en serio lo había lastimado. Pero me amaba. Eso si.

Todo empezó por un mundial - Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora