Capítulo 18

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- TN, despertate - me dijo Emi.
No entendía nada, agarré el celular y era la 1 de la mañana.
- Qué pasa? - le pregunté.
- Valentina se fue a dormir y los chicos están todos en el lobby, es tu oportunidad para hablar con Enzo -
- Ay te amo - le dije con voz de dormida - pero no puedo, mira como estoy, sigo dormida -
- Bueno, cualquier cosa estoy abajo - me dijo y se fue.
En ese momento solo pensaba en dormir, estaba muy cansada. Capaz había desperdiciado el único momento que tenía para hablar con Enzo en todo el viaje pero si hay algo en lo que creo es en el destino, si tenía que hablar con él iba a hablar, y sino no.
Me levanté al otro día y con Emi nos cambiamos para ir a desayunar y después a la playa. Bajamos y en una mesa estaban mis papás así que fui con ellos.
- Cómo dormiste princesa? - me preguntó mi mamá.
- Re bien, ustedes? -
- Bien también - me dijo papá - no te vi ayer q la noche, Emi me dijo que te quedaste durmiendo -
- Si, estaba muy cansada -
- La pasamos bien - me dijo mamá - y Emi parece una muy buena chica, se hicieron amigas? -
- Si, re - les dije - es lo más -
- Me alegro - me dijo papá.
- Pa, te hago una pregunta - le dije.
- Decime hija -
- Vamos a estar todos todo el día juntos? -
- Y... en lo posible si - me respondió - tenemos cosas planeadas para todos los días pero el que quiere puede hacer algo distinto -
Seguí desayunando con mis papás y Emi me vino a buscar para ir a la playa. Me paré y fui con ella.
- Mira, ahí están Anto y Mandinha, vamos con ellas - me dijo Emi.
- Mandinha? - le pregunté - quién es? -
- La esposa del Dibu -
- Ah dale, vamos - le dije y fuimos a tomar sol con ellas.
- Hola bellas - nos dijo Anto.
- Te extrañé - le dije.
- Yo a vos - me dijo - ella es Mandinha, la conocías? -
- No, un gusto - dije y la saludé.
Nos quedamos hablando entre las cuatro y se armó un re lindo grupo por suerte y, mas al final, se sumó Jorgelina, la esposa de Di Maria.
Jorgelina, Mandinha y Emi se fueron así que me quedé hablando con Anto.
- Amiga me acompañas al shopping a la tarde? - me preguntó.
- Obvio, yo también quería ir - le dije.
Me senté a almorzar con Anto, Messi y mis papas y charlamos de todo. Me encanta la relación que tienen Leo y mi papá.
Estaba viviendo un sueño y estoy segura de que era el sueño de cualquiera. Siempre deseé ver y estar con los jugadores, conocerlos de cerca, tener una relación con ellos... Y ahora todo eso se estaba cumpliendo.
Antonella pidió un Uber y nos fuimos a Bal Harbour, un shopping en Miami que tiene todas marcas de lujo. Cuando le dije a papá que íbamos ahí, para mi sorpresa, me dio la tarjeta y me dijo "este mes es de festejo, cómprate lo que quieras". Cuando llegamos al shopping fuimos a Louis Vuitton para buscar unas zapatillas que Anto le quería regalar a Leo.
- Estas te gustan? - me preguntó y me señaló unas zapatillas que estaban en la vidriera.
- Están buenas - le dije.
Anto le pidió las zapatillas al señor, pagó y se las llevó.
- Boluda el otro día me olvidé de preguntarte - me dijo.
- Qué? -
- Te vi hablando con la actual de Enzo, como se llama? -
- Valentina - le dije - cuando nos viste? -
- En el aeropuerto creo -
- Ah si, no entendes lo que fue - le dije mientras caminábamos para Gucci - me trató y habló re mal, no se -
- Te tiene envidia, es obvio -
Justo cuando hablábamos de eso, vi a dos personas acercándose a nosotras. Eran ellos. Enzo y Valentina.
- Cómo están? - nos preguntó Enzo mientras nos saludaba.
- Bien, ustedes? - les dije.
- Bien, de compras con mi amor - me dijo Valentina y Anto la miró con asco - ay! Louis Vuitton! Que compraron? -
- Unas zapatillas para Leo - le dijo Anto - nos tenemos que ir -
- Nosotros también - dijo ella y se fueron.
Entramos a Gucci y podía ver la cara de indignación de Anto al escuchar hablar a Valentina.
- La odio - me dijo - no puedo creer que Enzo esté con alguien así -
- Te juro que yo tampoco amiga, no lo entiendo -
- Es pendejo, cuando crezca va a aprender - me dijo - y vos todavía sos chica también, créeme que tenés toda la vida para ganarte a Enzo devuelta.

Todo empezó por un mundial - Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora