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—Espera, no entiendo. ¿Quién es Mingyu? —preguntó mi mejor amigo.

Suspiré de manera dramática y miré a la cámara.

—Es el mejor amigo de Jungkook.

Frunció el ceño.

—¿El alto y lindo que estudia economía? —Su voz sonó confundida, y yo supe inmediatamente a quién se refería. Antes de poder contestarle, agregó—: ¿No se llama Eunwoo?

—Sí, se llama así. Mingyu es su mejor amigo de la infancia aquí en Busan.

Sungwoon se quedó mirándome por varios segundos en silencio. Luego soltó una pequeña risita y abrió sus ojos con exageración.

—Entonces me estás diciendo que este chico y tú se encontraron en el supermercado, coquetearon y quedaron en reunirse durante los días que te quedes ahí, y que todo eso sucedió frente a Jungkook. —Asentí—. Bueno, tan mejores amigos no son. Quiero decir, no creo que eso hubiese sucedido si lo fueran. Aunque no sé cómo serán las amistades entre alfas, tal vez eso de compartir chicos es común entre ellos.

Lo miré con severidad.

—No me gusta tu insinuación —advertí—. Además, eran mejores amigos cuando Jungkook vivía aquí en Busan pero no creo que sigan siendo tan unidos como antes. Es más, antes de irnos a estudiar a Seúl ya se los veía un tanto distanciados.

—Eso lo explica todo. Déjame adivinar, pasó algo entre ese tal Mingyu y tú. —Se apoyó en el escritorio y me miró con los ojos entrecerrados. Asentí—. Me lo imaginaba, esta historia ya la conozco. Ahora lo que deseo saber es qué pasa en tu cabecita... ¿Cuando ves a Jungkook no se te remueve nada internamente?

¿Qué clase de pregunta era esa? Sonreí con nerviosismo y me cuestioné qué me pasaba cuando estaba junto a él. Una parte de mí estaba segura de que no eran sentimientos positivos, mientras que la otra traía a mi mente recuerdos donde yo era feliz a su lado. Sungwoon sonrió, complacido ante mi silencio.

—Me lo imaginaba. Ni siquiera tienes claro qué te pasa, así que mi consejo es que no seas idiota e intentes hablar con él sobre el pasado. —Apoyó el rostro en sus palmas—. Algo me dice que todos sus problemas son un malentendido de niños.

—No lo son —contesté en voz baja.

—Déjame dudar —remató, con una pequeña sonrisa.

Puse los ojos en blanco y decidí cambiar el tema de conversación. Estuvimos hablando de la universidad y de cosas sin sentido por aproximadamente diez minutos.

Yoongi ingresó a la habitación y, rápidamente, dijo:

—Baja y ayuda a Jungkook con la comida. Te está esperando en la cocina.

Suspiré y Sungwoon sonrió.

—Luego debes contarme qué pasó en esa cocina —murmuró, con picardía—. Claro, si se puede contar.

Reí.

—Deja de decir esas cosas o dejaré de contarte todo lo que me pase. —Lo señalé y él levantó sus manos en señal de rendición.

—Esta novela es lo más interesante de mis días, por favor no me prives de ella. —Estiré mi mano para colgar la llamada y antes de desaparecer de la pantalla, dijo—: ¡No te olvides de preparar el proyecto final!

 —Estiré mi mano para colgar la llamada y antes de desaparecer de la pantalla, dijo—: ¡No te olvides de preparar el proyecto final!

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☀️ Un verano junto a ti [ km ] #UVJATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora