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Dormir en la sala fue lo peor del verano. Por un segundo, pensé que Seokjin y Taehyung tomarían la decisión de alojarse en una cabaña u hotel, ya saben, para más privacidad.

Para mi mala suerte, no fue así, y ambos prácticamente nos rogaron que los dejáramos dormir en la cama.

—Podrías dejar que Jimin y Seokjin continúen durmiendo cómodamente en la habitación —soltó Jungkook con enojo a su hermano mayor.

Taehyung levantó sus cejas, se cruzó de brazos y sonrió. No se iba a dar por vencido tan rápido, así que dijo:

—No hay nada más romántico que dormir con tu novio en la sala —señaló el castaño—. Pueden ver películas y quedarse hasta tarde hablando, sin molestar a nadie. ¡Justo como una pijamada!

Asentí un tanto de acuerdo, pero Jungkook no tardó en discutir con Taehyung sobre lo poco considerado que podía llegar a ser si me dejaba dormir en la sala. La pelea se extendió y duró casi un día entero, ya que ninguno quería ceder.

Finalmente, intervine y decidí ceder a los pedidos de Taehyung.

—Aún debo terminar mi proyecto, Koo —le recordé con una pequeña sonrisa—. Me sirve para poder quedarme en la sala sin molestar a nadie.

—Vas a dormir incómodo —comentó con un pequeño puchero.

—Tranquilo, no creo que sea tan molesto dormir en el suelo por unos días.

Realmente sí lo era.

Los primeros dos días fueron los más livianos, ya que, al estar hasta tarde con mi proyecto, ni siquiera podía centrarme en pensar qué tan incómodo me encontraba.

Yo dormía en el sofá, Jungkook en el suelo y todo estaba muy lejos de ser como lo imaginé.

Para la tercera noche, terminé mi proyecto y Koo me felicitó con un beso. Me abrazó y me dijo que no esperaba menos de mí.

—¿Me dejarás dormir contigo esta noche? —pregunté con una pequeña sonrisa—. Como recompensa por mis noches de esfuerzo.

—¿En serio quieres dormir en el suelo? —Asentí—. No te dejaré hacerlo.

Hice puchero y otra noche más dormí en el sofá. Esa misma noche, él tomó mi mano y dormimos de esa manera.

Al parecer, eso enterneció a mi familia, porque ahora estaban frente a nosotros con un planteamiento un tanto… extraño.

—No me cuesta nada hacerlo, así no tienen que dormir tan incómodos —explicó la abuela Jeon con una gran sonrisa.

Miré el dibujo apoyado en mis piernas y luego dirigí mi mirada al modelo —quien estaba en el piso, tirado y jugando con Bam—.

Suspiré.

Mi familia y la de Jungkook habían acordado en pagarnos una pequeña cabaña, la cual estaba cerca de la playa. Tenían la intención de que no solo tuviéramos privacidad, sino que también pudiéramos descansar tranquilos.

Sonreí, pero Jungkook negó inmediatamente.

—No hace falta que gasten dinero en eso. —Por favor, que alguien lo calle. Ya no quiero dormir en este sofá—. Podrían decirle a alguien que yo conozco que le ceda su lugar a Jimin.

Miró en dirección a Taehyung y este puso los ojos en blanco.

—No hace falta que haga eso —intervine, y luego miré a Jungkook—. Suena buena la idea de la cabaña, además, Bam también está durmiendo incómodo.

—Son un par de semanas —expuso el alfa en mi dirección—. Podemos aguantar un poco más.

—¡Exacto! Son un par de semanas en las cuales tendremos que seguir durmiendo incómodos. Ya hay batallas por los baños y realmente no quiero pelearme con nadie.

Le hice un puchero.

—¡Por favor! Es agotador dormir en el sofá y sé que el piso es incómodo. ¡Te quejas dormido y todo! 

La abuela nos miraba con una sonrisa y parecía bastante entretenida con nuestro pequeño debate.

—No creo que sea una buena idea —comentó él mientras negaba, pero luego suspiró—. Pero, como no me queda opción, voy a acceder.

Sonreí y di un par de aplausos feliz.

—¡Perfecto! Iré a hablar con mi amiga, ella les alquilará el lugar. Es hermoso —soltó con entusiasmo la abuela.

No alcancé ni siquiera a agradecer, cuando la mujer se fue como si le hubiesen dado la mejor noticia del mundo. Jungkook, por el contrario, parecía agobiado.

—Acabas de firmar un contrato con esa señora —susurró en voz baja, mientras señalaba la dirección por la que su abuela se había marchado—. ¿En serio crees que esto es por la comodidad? Esa señora quiere que tengamos un hijo y nos alquiló la cama.

Solté una carcajada.

—¿Debería darle las gracias?

Puso los ojos en blanco.

—Sigue bromeando así y me quedaré virgen hasta el matrimonio. —Me señaló—. Eres tierno, tonto e ingenuo.

Le sonreí, luego dejé mi dibujo de lado para poder acercarme a él y darle un beso en los labios.

—Yo solo quiero dormir bien. Te juro que no intentaré nada, ¿sí?

Jungkook suspiró y asintió.

—Sé que no lo harás, pero eso no significa que esta gente no tenga planes macabros para nosotros.

Abrí mis ojos, sorprendido, y le pregunté con una sonrisa:

—¿No eras tú quien soñaba con tener tres cachorritas? ¿Cómo eran sus nombres? Anna, Rana y Ban…

Levantó su mano para hacerme callar.

—Anya, Rona y Yanmi —corrigió—. Y por supuesto que sueño con nuestras cachorritas, pero las tendremos cuando nosotros queramos. No cuando ellos nos digan.

—Me gusta esa mentalidad. —Toqué su nariz—. Pero yo quiero dormir cómodo, mi espalda ya no aguanta más.

Se rio ante mi queja.

—Solo por eso he accedido.


☀️ Un verano junto a ti [ km ] #UVJATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora