Omen(Part2)

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-No digas idioteces, Tankhun-
Pase una mano por mi cabello y me percate que tenía manchas de sangre en ella, desvié la mirada mientras sentía como la irá era sustituida por un sentimiento de pesadez en mi corazón.

-¡Oh Dios! ¿Es eso, verdad? Haz escontrado a alguien más, cierto? No me sorprendería si tuvieras a más de uno, ni siquiera cuando empezaste a tener sentimientos por Porsche dejaste de tener a un tipo distinto cada noche en tu cama-
Tankhun trataba de safarse del agarre de sus guardaespaldas.

-Pero como el cabrón egoísta y posesivo que eres prefieres mantenerlo a tu lado, prefieres tener tu premio en encerrado en su sucia y rota vidriera que es tu corazón, tratándolo de esta horrible forma, antes que aceptar que "fallaste" como líder de la mafia al quedarte sin el esposo que tanto muestras si lo dejas libre, porque si de algo estamos conscientes tu y yo, es que te duele más el sentir que fallaste como líder que el hecho de que seas un poco hombre que rompe sus votos de lealtad y fidelidad hacia su pareja-

Para ese momento, Tankhun se había librado del agarre de ambos guardaespaldas y golpeaba furiosamente con su dedo índice el pecho de Kinn.

Una parte de mi se sentía mal por las palabras de mi hermano, no era que me arrepintiera por engañar a Porsche, más bien era que me sentía mal por el hecho de ser descubierto, por qué Tankhun había sido capaz de dar en el clavo con cada palabra que decía, si el que era el despistado lo había descifrado, no me podía imaginar que Porsche no lo supiese ya.

Estaba tan ensimismado en mis pensamientos que no note cuando el brazo de mi hermano tomo vuelo pero lo siguiente que si note fue cuando su mano conecto con mi rostro.

-¡¿Qué mierda Tankhun?!-
Cualquier estupido pensamiento abandono mi mente, dando paso a que la irá resurgiera en mi sistema.

No pensé, solo actúe.

Mi puño asestó su rostro, sentí un crujido y la sangre comenzó a fluir por su nariz.

El golpe había sido tal que de nueva cuenta Tankhun habia dado a parar contra el suelo.

Era tal el asombro de los tres tipos frente mío que ni siquiera reaccionaban ante lo sucedido.

-No voy a permitir que sigas diciendo estupideces difamatorias contra mi y mejor métete en tus putos asuntos Tankhun, déjame recordarte que soy el jodido líder de la mafia y tu lugar dentro de esta jerarquía es ser solo un adorno del cual debo cuidar para que no se rompa, así que respeta tu puto lugar en esta casa, de lo contrario, como él maldito adorno que eres te tiraré y me aseguraré de dejarte tan malditamente roto que rogaras estar drogado todo el tiempo solo para sobrellevar el dolor-

Aún si mis palabras eran duras, mi voz era plana y carecía de sentimientos, la dura mirada que le dirigía a Tankhun era la única cosa que denotaba mi furia.

-Si para hoy a las tres de la tarde no tengo en mi estudio la información del paradero de Porsche, ten por seguro que poco me va importar que tú y yo compartamos
sangre-
Me había puesto en cunclillas hasta quedar frente suyo y aprece su cuello con mi mano izquierda, la misma que ahora goteaba con su sangre.

Tres pares de ojos me miraban expectantes pero el único que se atrevió a hablar había sido Pol.

-¿Información de su paradero?-

La duda pintaba su rostro, sabía que lo menos que esperaban era que exigiera el tener a Porsche en la mansión, pero la verdad era que solo quería información de dónde se encontraba, porque de esa forma llevaría el mismo infierno hasta donde estuviera y le mostraría que la muerte sería un dulce regalo comparado con todo lo que yo le haría.

-Claro, me gustaría ir personalmente por mi esposo, Pol-

Aún mantenía mi agarre en Tankhun cuando le sonreí abiertamente al guardaespaldas.

-En fin, los dejo para que tengan lista mi solicitud-

Solté a Tankhun y me levanté con todo el porte del que era dueño, les di una última mirada antes de darme la media vuelta y dirigirme a la mansión rumbo a mi habitación.

-¡Pho sabrá esto y lo vas a pagar
caro!-
Escuché los gritos de Tankhun a lo lejos.

Me detuve abruptamente a mitad del camino dispuesto a ir tras mi hermano y terminar mi trabajo, pero me contuve porque aún si la furia me dominaba poco me importaba que le dijera a Pho todo lo sucedido, al final de cuentas ya sabía lo que papá me diría acerca de todo esto, "Los problemas de cama deben resolverse en privado, así que solo asegúrate de mantener en la línea a tu esposo y eliminar a todo efecto colateral que pondría en duda tu lealtad como líder, sabes lo que pasa en la mafia si traicionas a tu esposa, así que controla o elimina a tu pareja".

Tras ese pensamiento, reanude mi andar y una vez en mi recámara, fui directo al clóset, tome un respiro y tire todas las cosas de Porsche al suelo, al mismo tiempo que desgarraba las prendas.

Cuando me sentí lo suficientemente satisfecho, fui a recostarme en la cama que compartía con Porsche.

Varios pensamientos se agolparon en mi mente.

Primero, Porsche había logrado irse de mi lado pero poco le iba a durar.

Segundo, él me pertenecía y como tal debía estar a mi lado.

Tercero, mientras más tiempo estuviese lejos de mi, peor iba a ser su castigo.

El último pensamiento que tuve antes de dormir, fue que si Porsche no era mío, al menos lo arruinaría lo bastante como para que no pudiera estar con nadie más.









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Hasta que punto creen ustedes que pueda llegar Kinn en el castigo de Porsche??

Conocen la ley de las esposas de la mafia, cierto??

Nos leemos en el siguiente cap!!!!

(PS. Quieren que haga una sección de teorías/comments de ustedes referentes a lo que podria pasar en la historia?? Anyways, amo interactuar con ustedes)

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