"Y sin embargo"

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—Vegas—

En cuanto salí de la habitación y escuché el click de la puerta tras de mi, solo atiné a cerrar fuertemente mis manos y sentir como mis uñas traspasaban y rasgaban las palmas de mis manos, la sangre no tardo en hacerse presente.

—¿Kun Vegas?, ¿Maestro?—

Un guardaespaldas trataba de llamar la atención de Vegas, quién al estar tan ensimismado en su rabia no había caído en cuenta sobre la presencia de este.

Con un ligero movimiento de cabeza y un suspiro, Vegas giro su mirada al tipo.

—¿Paso algo?—

La respiración de Vegas se aceleró momentáneamente al terminar de pronunciar aquella pregunta, tenía miedo de escuchar que algo malo le había pasado a Macao y Porchay o que por alguna extraña razón Kinn ya supiese del paradero de Porsche.

—No, es solo que...bueno, sus manos—

El guardaespaldas señaló hacia el cuerpo de Vegas.

Vegas lo miro como si hubiera dicho en cuantos grados estaba el clima, no podría haberle importado menos, si, miro sus manos y noto las gotas de sangre que manaban de estás y como ya habían empezado a crear un pequeñito charco en el suelo.

—Haz que limpien esto por favor y estaré en mi despacho, que nadie me moleste a menos que sea de suma importancia, que tenga que ver con mi hermano o con Porsche y su hermano—

Después de soltar aquello de la manera más indiferente, Vegas relajo sus puños y camino hacia su despacho, tenía muchas cosas que arreglar entorno a la seguridad de las personas que le eran importantes y sobretodo, tenía que ver la manera en como acabar con Kinn sin perder la vida o su status en el camino.

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Después de haberse limpiado las heridas de las palmas de sus manos, Vegas se concentro de lleno en crear planes de seguridad y de contingencia en caso de que alguno se estos fallara.

Cambiar de casa de seguridad a una nueva que aún no estaba terminada del todo.

Llevarse a Porsche y a los chicos fuera del país, conseguir nuevas identidades y llevar una vida común y corriente.

Matar a Kinn y hacerse del poder de la primera familia y solo así poder proteger completamente a Porsche aún si eso significaba continuar con una vida que el no deseaba.

Decir la verdad, sobre Kinn, los amantes de este y su propia verdad, aún si eso le costaba el poder crear una relación con el chico de piel morena.

Tantas y tantas cosas que arreglar que simplemente ya no podía pensar, su cerebro empezó a crear imágenes horribles sobre como los hombres de Kinn interceptaban a su hermano y a Porchay, torturando los, violando los;

Toda clase de escenarios se formaron en su cabeza y en todos ellos, Macao, Porsche y Porchay eran los protagonistas, eran secuestrados por Kinn, eran desmembrados, eran arrancados de sus manos y en todos ellos, Vegas era un completo inútil que no podía cuidar y defender a su familia.

Sus oídos empezaron a sumbar, su respiración se volvió agitada, su corazón palpitaba errónea y aceleradamente, no podía pensar con claridad y sentía como si la oscuridad lo empezará a engullir, solo podía llevar sus manos a su cabeza y apretarla fuertemente, en un intento de mantener la poca cordura que le quedaba.

La puerta del despacho fue abierta con brusquedad después de no haber recibido respuesta alguna a su llamado.

—¡Vegas!, ¡Oh Dios, Vegas!—





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⏰ Última actualización: Mar 27 ⏰

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