Capítulo 4

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Vivir como si no existiera.

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| Palacio en ruinas |



Claude abrió las cortinas de su habitación con lentitud, algunos rayos solares ingresaron para iluminar todo el lugar, se mantuvo de pie durante un tiempo dejando que su cuerpo se fuera acostumbrando al calor por medio de estos.

Dejo libre la tela para ir hasta el baño, remojo sus manos en el cuenco de agua fría que trajo la noche anterior e inclino su rostro, paso suavemente su mano desde el comienzo de su cuero cabelludo hasta su mentón.

Atrajo la pequeña toalla para secarse y contemplo su reflejo en aquel espejo ovalado que tenía una grieta en la parte inferior; las ojeras por ciertas noches en que no lograba conciliar el sueño, la palidez de su tez y como esta se sentía algo áspera por las actividades diarias.

Regreso a su habitación, sus pasos ahora dirigidos al pequeño armario que tenía casi al lado. Tomo la manija e hizo el esfuerzo para abrir la puerta, la cual con el paso del tiempo había comenzado a malograrse y ser más complicada de tratar.

Eligio cualquiera de las prendas que tenía para vestirse, el peinarse era solo para su mano, por sus cabellos y estaría listo para empezar otro día.

Ya una vez listo, fue a la cocina para tomar un par de frutas y llevarlas a donde estaría trabajando, necesitaba terminar de plantar las semillas que le dieron en su provisión mensual. 




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Tomo asiento en la silla blanca de la mesa donde solía pasar tiempo dibujando en el exterior, sus manos estaban vendadas por el arduo trabajo con la pala, se había jurado que plantaría un jardín entero de lavandas, tulipanes, orquídeas y hortensias.

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