Capítulo 19

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Mención | Homofobia, maltrato físico, asesinato. 

 

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° Universos °


Belleza en un mundo cruel.

[Capítulo único]



Nunca ha sabido exactamente cuando fue que su mente se "retorció", como según su padre le solía recalcar diariamente.

¿Tal vez fue a causa de algo malo? ¿Fue contaminado por el demonio?

No lo sabe, quiere saber, tal vez de ese modo su padre dejaría de odiarlo como lleva haciéndolo desde que lo vio besando a su amigo porque simplemente vio a un par de adultos del pueblo hacerlo; dos hombres que se encontraron en un granero donde él se escondía por estar jugando con sus amigos.

Ijequiel llevaba siendo su amigo desde que apenas podían hablar bien, a pesar de que sus padres se odiaran en cierto punto por sus valores que llevaban a rozar sus personalidades.

Durante una de sus tantas visitas a su hogar, tuvo curiosidad de saber por qué motivo aquellos adultos habían hecho eso, pero no se lo contó, ya que este había salido a pastar el rebaño junto a su tío Anastacius.

Entre juegos, se acercó al peli blanco, que lo miraba con una sonrisa, antes de depositar un beso en sus labios.

Fue corto, no duro ni un minuto, cuando escucho el grito de la voz de su progenitor que lo sobresalto al igual que al otro niño, volteando ambos por la sorpresa y se asustó ante la expresión horrorizada que tenía en el rostro.

— ¡Eira! —grito él apretando sus manos tornándolas blancas. — ¡Ven y llévate a ese niño!

— ¿Qué paso? —pregunto su madre preocupada, siendo seguida por su hermana. —

Más ella jadeó sorprendida, al igual que él, al momento que su padre tomo del brazo a su amigo para empujarlo contra su padre, quien lo atrapo a tiempo.

— ¡Claude!

— ¡Llévatelo! ¡Que se largue de esta casa!

Ambos estaban temblando del miedo, aunque su pavor creció cuando lo tomo de los brazos para sacudirlo con su mirada inyectada con sangre. — ¿Qué diablos estabas pensando para besar a ese niño? ¡¿Eh?!

— Pa-Papá...

— ¿Dónde has visto que dos hombres deben besarse? —se mantuvo en silencio debido a las lágrimas que no dejaban de salir por el miedo que sentía ante su padre. —

Aquel que siempre era amable y amoroso con él, quien lo cargaba en su espalda luego de ayudarlo con el ganado, ahora lo veía con cierto odio.

— ¡Responde!

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