Capítulo 25

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Una familia

[Extra]



Orión se quitó los lentes suspirando por la cantidad de trabajo que tenía sobre el escritorio.

Algunos de los sirvientes le ayudaban a acomodar las cosas de forma que su oficina no estuviera tan descuidada por las semanas que llevaba trabajando.

— Su majestad, debería tomarse un descanso...

— No te preocupes Asher... solo debo firmar unos cuantos papeles y tendré varios días libres, debo despejar la agenda para la boda de mi hermana.

— Pero debería estar preparándose para el evento, en lugar de estar aquí con nosotros.

— Lamento haberlos hecho levantarse tan temprano.

— Es nuestro deber. —respondió su ayudante con una sonrisa. — Todos estuvieron esperando esta boda desde hace mucho.

No pudo hacer otra cosa que poner un poco de cera en el papel que estaba revisando para poner su sello.


"Terminemos rápido para que me hagan la tortura del tratamiento." Parte del motivo por el cual estaba trabajando desde tan temprano era por eso; no quería que le hicieran todo el proceso de belleza que hacían con el resto, porque no soportaba estar quieto.

Ya una vez concluyo con todo, se estiró soltando un gemido al momento que sus huesos tronaron.

— Debería visitar a la princesa Nisha.

— ¿No está preparándose? —pregunto a Roselyn, quien estaba a su lado con una sonrisa. — No deseo incomodarla...

— Ella no lo ha visto en el desayuno, estuvo muy preocupada porque estuviera sobre esforzándose.

— ... bien, iré a saludarla. —menciono con una pequeña sonrisa. — No debo hacer sentir mal a la novia en su vida especial.

La mujer dio una reverencia para limpiar su escritorio con ayuda de otro sirviente, quien debía de llevarlos papeles a sus respectivos lugares en las pilas organizadas.

Se quitó los lentes y los hizo desaparecer durante su camino para encontrar el lugar donde escucho días atrás que sería el elegido para vestir a su hermana, aunque iba pensando que diría una vez llegara.

Ingreso a la habitación donde sabía que estaba su hermana preparándose para su gran día, sobando sus manos por el dolor en su muñeca al haber estado escribiendo desde la noche anterior.

Fue cuando alzo la vista, dado a unas risas ligeras, que se topó con una hermosa escena.

Su hermana, aquella señorita que siempre se mantuvo apoyándolo en todo momento, de cabellos rubios claros y una mirada enjoyada violácea, sostenía el borde de su vestido con una gran sonrisa para dar una vuelta.

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