63. Tanto que procesar.

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Tenía el presentimiento de que algo se le estaba olvidando, como si algo estuviera mal, pero ¿qué estaría mal a ese punto? No quería ni pensarlo, había llegado al hotel sujetando una caja de donas completas, tenía la boca hecha agua a ese punto, pero se apresuró a dejar a un lado su bolso y unas bolsas plásticas que habían comprado en tiendas pequeñas y pasajeras del centro de la ciudad. -Luzuu, voy a ducharme.

-De acuerdo- respondió dejando mercadería cercana al refrigerador, hace meses que quackity no se podía duchar solo, suponía que era tiempo de crecer en ese sentido, incluso aunque tuviera miedo se desnudó ante la tina, se sentía aterrado, aún tenía marcas incluso aunque estuvieran desapareciendo, algunas ya eran cicatrices pérdidas en la piel pálida del azabache. Suspiró prendiendo el agua tibia y cubriendo su cabello sucio en jabón, seguía sintiendo un ardor en la espalda.

Tragó sus lágrimas tocando cada parte de su cuerpo, cerraba los ojos hasta que los abrió, vio entre sus brazos cicatrices horribles, parpadeó gimoteando hasta llegar a presionar su espalda contra la pared fría de la ducha, sollozó en silencio, sentándose hasta que terminará de caer el agua sobre su cabeza. Salió lo más rápido que pudo hasta alcanzar una toalla.

Podía sentirlo, se estaba olvidando de algo y cuando divulgó más notó que había dejado de monitorear su celo diario, suspiró y siseó entre dientes, la última vez no se preocupó debido a que estaba embarazado, pero seguía siendo un problema para su salud, y qué pasaría si entraba en celo cuando Luzu estaba cerca? Horrible, el resultado sería horrible -Odio ser un omega.

Se dijo a sí mismo, terminando de verse al espejo y peinando sus cabellos rebeldes, resopló poniendo entre su cuerpo unos bóxers y una camiseta de lana del rey larga ajustada a su figura solo que más holgada, salió del baño aspirando la vainilla desde dentro de la habitación -¡Te comiste una dona!

Luzu río con una pequeña coleta hecha atrás en su cabello -Solo dos, tonto- quackity fingió estar indignado, se sentó en la mesa comiendo bocadas de ésta.

-De hecho, luzu, quiero advertirte de algo- el alfa estaba lavando los platos usando guantes de látex amarillos, asintió dándole la espalda y quackity tragó en seco.

-La última vez que tuve mi celo fue hace mucho, y no me había preocupado ya que estaba embarazado pero puede que necesite atención médica si sigo sin presentarlo, según mi calendario debí tener mi último celo hace semanas- luzu cascarreó.

-¿Quieres que te lleve al doctor mañana?- quackity asintió -Si, por favor.

-De todas formas, si necesitas ayuda con tu celo y se presenta de forma imprevista, ya sabes a quien llamar- quackity río de forma tímida como a la vez coqueta.

Era verdad que aún tenía miedo de acostarse con luzu, no, no era acostarse con luzu, era al sexo, tenía miedo de que se bloqueara, de que volviera a pasar, pero no podía negar que tener a un alfa así de dispuesto era emocionante para sus hormonas. «Controlate, chamaco calenturiento»

Pensó una vez imaginar cómo sería hacerlo con el celo allí, nunca lo había hecho en realidad -Si tú necesitas ayuda con tu celo, podría hacer lo mismo, luzu.

Se sentía idiota tratando de coquetear con palabras así, era como una telenovela dramática y adolescente -Quackity, estas cómodo con eso?

-Cómo?

-Que hagamos bromas subidas de tono, sabes que si te incómoda puedes decirme, eres bastante expresivo- se avergonzó, de verdad era tan fácil leer su mente? Suspiró levantándose para darle una vuelta a la mesa y sentarse cerca del lavaplatos para estar a su altura.

-Estoy bien, siendo sincero tengo muchas ganas de que me ayudes con mi celo si es que lo presento, pero...

Odiaba el pero.

ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora