11 diciembre
Alexandra
Mi corazón sigue latiendo con fuerza cuando llegamos al departamento. Mi mente sigue evocando ese momento como si quisiera que nunca lo olvidará. Las palpitaciones se vuelven más fuertes cada que recuerdo la manera tan delicada en la que me tomo de las mejillas, me sujetó de las manos cuando le hablé de mi pasado o incluso los breves, pero soñados momentos que compartimos haciendo una actividad cualquiera.
Lo fácil que congeniamos desde un principio aun cuando descubrí que la boda era una farsa. Tengo que hablar con alguien respecto a todo lo que estoy sintiendo o creo que no podré soportar más tiempo callando.
—Hanna podemos hablar —detengo a mi hermana antes de que ingrese a su habitación,
Nick ingresa a su habitación después de desearnos buenas noches a nosotros.
—¿Qué sucede hermanita? —me pregunta sentándose en el sofá—. Es respecto al porqué ignoraste al príncipe Scott cuando salimos del orfanato. Con Nick nos sorprendimos al ver como pasaste de él ignorándolo cuando tu siempre te has preocupado por tener un buen trato con tus clientes y en general con todo el mundo. ¿Qué pasa, Lexa? —me tomó de la mano.
—Hanna he cometido una locura —suspiro—. Me bese con el príncipe Scott ——-lo digo en un susurro que casi no se escucha.
—-¿Qué hiciste, Lex? —-me pregunta.
—Me bese con el hermano de Lilibeth —respondo esperando una reacción por su parte, pero lo único que hace es abrazarme—. ¿Que no vas a decir algo? —-pregunto confundida ante su muestra de afecto.
—¿Qué quieres que diga?
—Pies que me digas que lo que hice estuvo mal, que es un hombre que se va a casar, que es el hermano mayor de la mejor amiga de nuestro hermano... No sé, cosas como esas —-respondo frustrada lo que no he dejado de pensar desde que ocurrió.
—Hermanita, no puedo opinar en algo así. Son tus sentimientos. Como tu hermana lo único que puedo hacer es intervenir, pero no puedo tomar decisiones por ti. ¿Cuándo fue que comenzaste a sentir cosas por él? —recarga su cabeza en la palma de su mano acomodándose de lado en el sofá para mirarme.
—A decir verdad, no recuerdo cuando mi corazón se emocionaba al estar cerca suyo, pero hoy por la tarde fue cuando pude darme cuenta que miraba al príncipe Scott con otros ojos. Ya no lo veía como mi cliente y mucho menos como el futuro heredero al trono. Lo vi como una persona común y corriente con la que me gustaba compartir y pasar el tiempo.
—-¿Cómo fue que lo descubriste?
—-Estábamos en el salón del orfanato hablando de Bela cuando más pasaban los minutos más nos volvíamos cercanos, primero fueron nuestras manos, después fueron nuestros cuerpos y para finalizar con nuestras miradas. Creo que a través de su mirada pude darme cuenta de lo que verdaderamente sentía.
—-¿Por qué con su mirada? ¿Qué fue lo que viste ahí?
—Todo, Hanna. Visualicé un futuro a su lado —me levanto del sofá y comienzo a caminar por el salón—. Sus ojos fueron como un portal el cual me transporto a otro lado donde me visualice teniendo todo lo que he soñado desde que recuerdo.
—Lex, —detiene mi andar—. ¿Qué es lo que esperas para hablarle de tus sentimientos? Creo que los sentimientos son correspondidos, porque no hablar con él y confesarte.
—-Hanna, ¡se va a casar! Y por si no lo recuerdas, yo soy quien planea su boda. Toda mi ética laboral se fue con ese maldito beso. ¡Soy una tonta por dejarme llevar por mis instintos! —grité frustrada volviéndome a sentar en el sofá tapando mi rostro con mis manos—. ¡Soy la peor wedding planner! Me besé con el novio días antes de su boda.
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Navidad Real (#2 Corazón de Navidad)
RomansÉl, un príncipe próximo a contraer nupcias. Ella, una experta en bodas. Sus vidas se verán unidas cuando ella es elegida para ser la organizadora de la ceremonia de matrimonio del príncipe con su misteriosa prometida.