CAPÍTULO 7: ¿Y SI NO SOY LO SUFICIENTEMENTE BUENO?

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TIM

Desde que salió al exterior se arrepintió de no haber cogido una chaqueta más gorda consigo: se estaba congelando de frío.

Pero no quería volver a entrar nada más haber salido, resultaría un poco patético. Así que se limitó a abrazarse a sí mismo y empezar a caminar por la ciudad.

Ahora que sabía el contenido de la carta de Bruce quería volver atrás en el tiempo, al momento en que no sabía nada. Y es que ser Batman era mucha responsabilidad. En cierto sentido sabía que Dick era la persona que más podría ayudarlo, no en vano había llegado a liderar su propio equipo de superhéroes cuando se unió a los "titanes", y también fue miembro de la "joven liga de la justicia". Todo eso lo hacía plantearse si Bruce no había elegido mal al candidato.

- Tío, me dueles los pies ¿de verdad tenemos que llevar esto hasta el río?- Se quejaba alguien, cerca de él.

Con sigilo, Tim se ocultó entre las sombras, esperando para evaluar bien la situación.

- Ya te lo hemos dicho mil veces, si no hacemos lo que quiere va a matarnos, así que mueve el culo y deja de quejarte.- Le respondió una voz femenina.

No tardaron en mostrarse en todo su esplendor tres personas que llevaban a rastras una bolsa de basura muy grande. Tim había visto las suficientes como para imaginarse que podía tratarse de un cuerpo humano.

"Mierda, justo ahora..."

Tim había salido con ropa de calle y no tenía su traje para cambiarse, pero tampoco podía dejar a aquellos hombres a sus anchas.

Así que, lo más sigilosamente que pudo, dejó inconsciente al hombre que se había quejado, mientras los demás volvían a centrarse en llevar el cuerpo. Al, las otras dos personas, detectar que tenían que hacer más esfuerzo, se viraron para echarle la bronca a aquel pobre. En lo que lo hacían, Tim se colocó detrás de las dos y las embistió contra ellas mismas, provocando que ambas quedaran inconscientes.

- Lo siento.- Dijo con una sonrisa traviesa.

Tras asegurarse de que estaban inconscientes, no tardó en atarlos de pies y manos con las ligas de las botas que ellos mismos portaban.

Luego abrió la bolsa para comprobar qué había dentro.

Le sorprendió comprobar que lo único que allí había era un árbol de navidad roto en pedazos.

- Ups, tíos, podían haber sido menos sospechosos, digo yo...

Con cuidado se dispuso a desatar las ligas de las extremidades de aquellas pobres personas. Vale, que quizá no iban a respetar el medio ambiente tirando el árbol ahí, pero al menos no era un cuerpo humano muerto.

Probablemente llevaría el árbol más tarde a dónde correspondiera.

En lo que se agachaba escuchó el inconfundible sonido de una pistola al ser apretado su gatillo.

Acto reflejo intentó saltar hacia un lado, para esquivar el balazo. El balazo nunca llegó, pero el silencio que se apoderó del lugar no le daba buena espina.

Entre la nieve del suelo, la que caía del aire, y aquella bruma casi constante de Gotham, Tim apenas podía presenciar si había alguien más allí. Lo cual era probable, pues el sonido de la pistola había sido real y estaba seguro de que había sido relativamente cerca.

- Tim, estás perdiendo facultades.- Le espetó una voz bastante familiar.

- ¿Jason?

De pronto la figura de su amigo se formó en medio de la neblina.

- ¿Me has disparado tú?- Preguntó Tim, estupefacto.

Navidad sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora