CAPÍTULO 10: ATRÁPAME SI PUEDES

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 El sonido del roce del viento con algo que, probablemente, era una bala lo hizo despegar todo su cuerpo del suelo frío. Su cuerpo fue un poco más lento de lo normal debido al frío y a que sus extremidades habían empezado a enfriarse, aún así, fue lo suficiente rápido como para esquivar la bala y sufrir solo un roce en el brazo izquierdo.

A través de la niebla y la nieve pudo alcanzar a ver a alguien vestido de Papá Noel que apuntaba en su dirección con lo que, indudablemente, era un arma de fuego.

- Oh, no ¿en serio? ¿Tú también, Santa?- Murmuró para sí.

La persona debajo del traje empezó a correr apresuradamente al comprobar que su tiro había fallado. Dick decidió seguirlo.

Sin mirar atrás, aquella persona volvió a disparar en la dirección del chico, a pesar de que Dick se confió creyendo que nadie sería capaz de acertar un balazo de esa forma, muy a su pesar se equivocó. La bala impactó en su muslo causando que perdiera el equilibrio y cayera sobre la fría nieve.

Logró escuchar una breve burla y aquella persona, tras hacer unos gestos bastante infantiles, empezó a acercase al ahora herido Dick.

A sabiendas de que no iba a poder huir, Dick esperó a que tener más cerca aquella persona.

Una vez el Papá Noel estuvo a su lado, se agachó y apuntó a su cabeza. Con aquel disfraz apenas podía distinguir quién podía haber tras aquel ridículo bigote y barba blanca.

- Alguien me ha pedido un regalito y yo se lo voy a hacer.- Se burló aquella persona.

El Papá Noel acercó más la pistola hasta apoyarla en la frente del chico.

- ¿No te han dicho nunca que no se le regala nada a los niños malos?

Tras decir esa frase, Dick pateó con fuerza a la persona disfrazada y, con tal fuerza, que logró alejarlo de su cuerpo lo suficiente como para luego poder, con una de sus manos, golpear la mano que ahora sostenía la pistola. La pistola cayó sobre la nieve.

Antes de que pudiera recuperar la pistola, Dick la pateó y ésta chocó contra una farola provocando un fuerte golpe.

Con cierto esfuerzo logró levantarse del suelo y alcanzar al Papá Noel que ahora yacía en el suelo mirándolo atemorizado.

- No me mates, solo soy un intermediario...- Suplicó el hombre debajo del disfraz.

- ¿Quién te envía?

- Yo, no puedo...

Antes de que aquel pobre hombre pudiera articular más palabras una bala atravesó su cabeza de lado a lado, causándole una muerte inmediata.

Dick intentó buscar a sus alrededores al causante de aquel asesinato, pero no vio a nadie.

Lo único que tenía claro es que aquel día de Navidad no iba a ser tan bonito como le hubiera gustado y que, probablemente, aquel no era el último "Papá Noel" que iba a encontrarse en las calles de Gotham.

Intentó sentarse sobre la nieve para descansar un poco la pierna y pensar en qué hacer. Con cuidado sacó su teléfono dispuesto a llamar a los demás, pero por desgracia solo le sirvió para comprobar que no había señal.

- ¡Dick!

El sonido de una voz llamándolo lo hizo subir la mirada.

- Vaya, estás horrible.- Le dijo Jason, al acercarse.

Jason llevaba su traje y parecía preparado para la batalla.

- Ey, grandullón.- Respondió Dick, a modo de saludo.

Navidad sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora