El casado casa quiere ☘ ChanIn

❥ 10

—¿Qué sucede? —preguntó después de unos días donde Chan se había portado extraño y sobre todo frío, ni siquiera le molestaban los malos tratos de Hun, nada importaba cuando Chan estaba mal.

—¿Por qué lo preguntas? —le sonrió Chan como tratando de tranquilizarlo, pero Jeongin sabía que detrás de esa sonrisa había algo más, algo que no quería que supiera.

—Estás actuando extraño.

—No lo hago —dijo Chan nerviosamente y siguió vistiéndose.

—No me mientas, Chan, no me trates como un estúpido, estoy harto de vivir aquí —Chan agachó la mirada, Jeongin suspiró, pero continuó hablando—. Suficiente tengo con tu papá como para aguantar que mi propio esposo me mienta.

—Jeongin, no te alteres, no creo que sea bueno para el bebé.

—No es bueno, así que empieza a hablar —dijo.

Chan suspiró y se sentó en el borde de la cama.

—Me corrieron del trabajo —dijo finalmente ocultando su rostro entre sus manos—. Realmente no hago nada bien, la liquidación apenas y me alcanzó para comprar ácido fólico y tu ropa.

—Lo siento, bien, no debí ser tan duro. Ya encontrarás otro trabajo y yo buscaré uno también, escuché que necesitan a alguien que planche en la lavandería.

—No, Jeongin, no quiero que trabajes, es peligroso.

—Y es mejor que estar encerrado aquí con Hun.

—No, definitivamente no, ya conseguí un nuevo trabajo y eso será suficiente por ahora —dijo colgándose la mochila en sus hombros—. Se me hace tarde, te amo.

Jeongin recibió un beso en la frente, gustoso, pero el triángulo en su boca no se borró.

Chan no le había dicho toda la verdad.

—Te daré este dinero, es cierto que no estoy en mi mejor momento en el trabajo, pero claro que tengo para el ultrasonido de mi nieto.

Chan sonrió y tomó el dinero que su padre le ofrecía.

—Eres el mejor. Bien, es hora de irnos, Innie.

Ambos subieron al taxi nerviosos porque iba a ser su primer ultrasonido y sabrían si sería niño o niña.

Chan ya estaba pensando en algunos nombres.

—¿Ya pensaste en cómo se llamará?

—Para ser sincero aún no —respondió Jeongin—. Aún no sé qué va a ser, si niño o niña y no quiero ilusionarme con algún nombre hasta no saber que es.

—Bueno, hoy lo sabremos.

—Entonces, desde hoy empezaré a pensar.

—En realidad si es niño me gustaría que se llamara como mi padre.

—Pero entonces mis padres se pondrían tristes, mejor pensemos en otros nombres, que no tengan que ver con nuestros familiares, ¿sí?

—Sí, está bien, ¿qué tal...

—Descartado.

—Pero si todavía no he dicho el nombre —se quejó Chan.

—Pero me imagino lo que ibas a decir, mi hijo no tendrá nombre de personaje animado.

—Pero Kakaroto es un nombre muy original —le dijo haciendo un puchero.

El taxista se detuvo y volteo a ver a Jeongin.

—¿Él habla en serio? —preguntó señalando a Chan.

Jeongin asintió.

—Muy seriamente, señor taxista.