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Sabía que Hun no lo quería, sabía que no lo consideraba suficiente para Chan, era verdad que había vívido lleno de lujos por varios años, pero ahora Jeongin rodaba los ojos cuando su suegro hacía menos su origen

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Sabía que Hun no lo quería, sabía que no lo consideraba suficiente para Chan, era verdad que había vívido lleno de lujos por varios años, pero ahora Jeongin rodaba los ojos cuando su suegro hacía menos su origen. Hun pudo haber nacido en cuna de oro, pero su situación económica justo ahora no era algo para presumir, Jeongin podría jurar que eran incluso más pobres que sus propios padres.

No era el fin del mundo, pero para Hun, que estaba acostumbrado a lujos, tal vez lo era. Por eso, Jeongin entendía el desprecio de Hun, él había arruinado los planes que tenía para Chan, que se casara con un niño rico de buena posición económica como Félix y no con uno como él.

Pero el hombre tenía que poner los pies en la tierra, ahora él era el esposo de Chan, le iba a dar dos nietos, su odio era absurdo y estúpido desde el punto de vista de Jeongin.

Hun ni siquiera había preguntado por los bebés nunca, nunca había querido tocar su vientre como lo hacían Hannah o Jaehyun.

Y no es que a Jeongin le importara, tener a Hun encima de él intentando escuchar a los bebés sería inmensamente raro, pero un "como están los bebés hoy" no le hacían daño a nadie.

—¡Maldición! —se quejó al sentir las pataditas de sus bebés en el estómago. Al principio le habían sorprendido y olvido el dolor, pero cuando pasaba regularmente era bastante abrumador y doloroso.

Dejó la ropa húmeda que estaba lista para tender y se relajó un rato en el sillón, al menos hasta que los bebés se tranquilizaran.

Estaba a punto de cerrar los ojos, cuando Hun apareció con sus venenosos comentarios.

"Tomando un descanso como si no hubiera nada que hacer."

"Pero claro, cómo tú no te encargas de sostener esta casa, no tienes por qué ayudar en los quehaceres, ¿puedes recordarme cuánto dinero traes al mes?"

"Sólo eres una boca, no, tres bocas más que alimentar."

Jeongin rodó los ojos, sin ganas de pelear fue por el cesto de ropa y subió a la azotea a tender las prendas.

Algo estaba mal con él, tal vez el embarazo afectó su memoria o tal vez era una de esas veces en las que guardaba algo tan bien para no perderlo, pero terminaba olvidando dónde lo guardo, pero no recordaba que este fuera uno de esos casos, no había por qué.

Buscó de nuevo debajo de la cama y después en los cajones del armario sin éxito.

Suspiró y fue hasta la habitación de Hannah.

La muchacha estaba chateando frente a su computadora.

—Perdón por molestar —le dijo, ella no le dio importancia y le preguntó que necesitaba—. ¿Has visto mis estambres y la ropita que había hecho para los bebés?

Hannah cerró su laptop.

—Papá los tiró, dijo que había hablado contigo acerca de que les hacían daño a los bebés —suspiró—. Era mentira, ¿verdad?

 Era mentira, ¿verdad?

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El casado casa quiere ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora