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Hasta el día de su muerte, su padre había sido un hombre estricto en todos los sentidos

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Hasta el día de su muerte, su padre había sido un hombre estricto en todos los sentidos. Sí, su padre esto, su padre aquello, pero ¿y su madre? Oh, su madre era peor: ella no necesitaba alzar la voz, menos hablar por horas; si quería expresarse, entonces sus palabras serían directas y muy contundentes. Nim Joku era la única mujer que lograba hacerlo sentir miserable y patético por cosas que, según él, no eran de mucha importancia. 

Para resumir, la cena con su madre y hermano fue dañina; su ego y orgullo fueron pisoteados, después lanzados a un tacho de basura y al final, pulverizados con un lanzallamas. Exagerado, lo sé, pero lo sintió de esa manera cuando la mayor empezó a criticar su vida y la de Dream. La verdad no lo entendía, para ser más exactos, no entendía a su madre. ¡Literalmente era la persona más envidiada de su ámbito social! Los hombres le besaban los pies para tener un puesto en su empresa y las mujeres soñaban compartir una noche con él. ¿Por qué su madre no consideraba un logro todo lo que había conseguido desde el fallecimiento de su padre? La respuesta era simple: la definición de "tener una vida exitosa" era diferente entre su progenitora y él. Una vez que llevara una mujer a casa para presentarla como su esposa y futura madre de sus hijos, solo en ese momento, tendrá los aplausos y felicitaciones que tanto exigía de su progenitora.

Había pasado un mes desde esa fatídica noche, pero seguía sin recuperarse del todo. Reunirse con su madre demandaba un gran esfuerzo mental, así que ya se imaginaran lo qué ocurrió al estar con ella durante tres horas; la cuestión es que tuvo que retirarse al baño con el fin de tomar un respiro de sus reproches. Mientras se miraba en el espejo, pensó en irse, incluso se tomó el tiempo de escoger una excusa creíble para escapar de ese restaurante; sin embargo, Dream apareció y lo convenció de quedarse. A pesar de que se han distanciado, todavía le guardaba cierto afecto a su gemelo y no sería capaz de abandonarlo con su madre. Desventajas de ser una buena persona: sufres de manera innecesaria. Por eso mismo elegía ser alguien frío y despiadado, aunque algunas veces se le escapaba una pizca de amabilidad y aquello le traía consecuencias a futuro.

Caminó hacia su oficina, decidido a meterse de lleno en su trabajo hasta la hora del almuerzo, sin saber que el destino tenía otros planes para él. Desde el inicio, sospechó del comportamiento de su secretaria cuando la vio arreglarse el pelo y el escote de su blusa, pero recién notó sus intenciones al estar a unos pasos de la entrada de su oficina. Debía ser sincero, ella calculó todo a la perfección: intervino en su camino en el momento exacto y, debido al choque, dejó que unos papeles se resbalaran de sus delicadas manos. Era obvio que lo último fue a propósito, pero le daba una estrella por su excelente actuación. Actuación que no logró engañarlo, cabe aclarar.

—Lo siento, señor Joku —habló de inmediato la castaña y se puso de cuclillas, apenada—. No lo vi, perdón.

—No importa —dijo e imitó la acción de su secretaria.

La ayudó a recoger los papeles y como ya era de esperarse, sus manos se rozaron, aunque ella se tomó el atrevimiento de acariciar su mano. Alzó la mirada y se encontró con unos ojos color almendra observándolo sin descaro. Dirigió su atención en los labios ajenos y se fijó cómo estaba entreabiertos por el evidente deseo de tener contacto. Ella se inclinó, con la intención de besarlo, pero se apartó a tiempo para evitar ese desenlace.

⤜El espectador y la víctima⤛ NightGenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora