Desde otro punto de vista

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Geno estaba lejos de ser alguien normal

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Geno estaba lejos de ser alguien normal.

Después de todo, a una persona normal le extrañaría o incluso le aterraría saber que está siendo "acosado" por el director de la empresa donde trabajó por casi dos años hasta que decidió buscar empleo en otro lugar. Sin embargo, a Geno no le importó en absoluto que Nightmare supiera la dirección de su casa o el número de su teléfono, más bien se sintió halagado y especial por recibir esa clase de atención. Así que, en vez de llamar a la policía, esperó que Nightmare dejara de verlo a la distancia y decidiera acercarse para que pudieran hablar como se debe.

Luego de una semana, por fin logró entablar una relación de conocidos/amigos con Nightmare, aunque esta se basaba mayormente en pasar tiempo en completo silencio. A cualquier persona normal seguro le hubiera aburrido o incomodado estar con alguien que ni siquiera la mira a los ojos, pero a Geno solo le causaba curiosidad. ¿Qué querrá de mí?, se preguntaba una y otra vez, mientras observaba de reojo a Nightmare.

Un día cualquiera aceptó que tenía cierto interés en su nuevo amigo, pero decidió no aclarar sus sentimientos del todo. ¿Para qué darles un nombre? Mejor se concentraría en disfrutar la atención del mayor. Le gustaba los constantes mensajes que recibía de su parte, esas preguntas tan casuales, tan distantes. ¿Cómo estás? ¿Qué estás haciendo? Y luego estaban esas preguntas más invasivas. ¿Dónde fuiste ayer? ¿Quién era el tipo con el que estabas hablando? Nightmare solo le hacía preguntas, pero gustoso escribía largas y detalladas respuestas para él. Muchas veces se le cayó el celular en la cara, pero ignoraba el dolor y continuaba tecleando como si no hubiera pasado nada.

La presencia Nightmare en su vida, en serio, le fascinaba.

Por lo que agradecía encontrar al pelinegro en los lugares menos esperados: en la parada del autobús, dentro del tren, bajo las luces neones de una fiesta, etcétera. Pronto se le hizo costumbre alzar la mirada y buscarlo entre la gente; si lo encontraba, entonces se acercaría y hablaría con él, y si no, entonces sentiría una gran desilusión.

Algunas veces realmente no entendía a Nightmare.

¿Por qué se ocultaba entre las sombras? ¿A qué le tenía miedo?

Quizás el mayor estaba siendo cauteloso porque no se conocían lo suficiente, así que lo invitó a su hogar. Y... Bueno, Nightmare se la pasó inspeccionado cada rincón de su diminuto departamento. En silencio y con una mirada desaprobatoria, y quizás con algo de asco, juzgó su cama sin tender, el tacho repleto de basura, los platos sin lavar que había dejado en el fregadero y más cosas que no prestó atención, pues andaba ocupado procesando el hecho de que Nightmare estaba en su departamento. Nightmare Joku, sí, ese mismo. La situación era irreal. ¿Por qué vino, en primer lugar? ¿Acaso...? No pudo evitar malpensar las intenciones de Nightmare al venir justo en la noche. ¿Se quedará a dormir? Oh, sorpresa, no lo hizo, pero deseó tanto que lo hiciera.

Desde esa noche, se volvió algo normal para Geno que la imagen de Nightmare se le cruzara por su mente cuando se masturbaba, tan normal que no sentía culpa alguna al acabar y ver semen en la palma de su mano.

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⏰ Última actualización: Oct 15 ⏰

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