64. ¿Empatía?

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¿Cuando fue la primera y última vez que sintió calidez de parte de una persona? Staxx podía ser frío y tal vez distante pero sus palabras eran suficientes para hacer sentir seguro a vegetta, tanto que no había asimilado que se había ido con un abogado en pleno caso. Tenía aferrado a sí mismo el abrigo de staxx sin haberse dado cuenta en qué momento estuvo sentando en un sillón delante de una jóven de aspecto millonario, y al lado del zeta.

Hablaban un idioma distinto, y la joven parecía afligida a lo que el abogado respondía, antes de caer en suelo su cansancio fue abruptamente interrumpido por una pequeña peticion -Perdón, sé que estas agotado pero; necesito que anotes los detalles que te pido.

Asintió bostezando, sujetando un cuadernillo delgado y a su lado un lápiz de tinta oscuro, comenzó a escribir con los ojos llenos de cansancio. Staxx iba redactando cada argumento posible a usar en un juicio, y sin darse cuenta había escrito millones de líneas de posibilidades -Wow.

-Alors tout ira bien?- resongó la señorita, era francés pero vegetta no podía entenderle del todo.

-Ouais, ne t'inquiète pas pour l'instant- responde staxx levantándose del sillón.

-Ven, vamonos- los minutos pasaron volando, se levantó. ¿Cómo sería capaz de despedirse si no sabía francés? Era un grosero por aquello, la señorita se levantó acariciando el hombro de staxx de forma genuina.

"Quizás en realidad, son pareja" ¿por qué comenzó a pensar en ello? Tal vez por la idea de que staxx efectivamente era su amigo, no le dio más vueltas, con un pequeño lapso de tiempo pellizcó la camisa de staxx y susurró.

-¿Puedes decirle que me despido?- el zeta sonrió, gustoso asintió y se giró nuevamente a la chiquilla menor -mon partenaire apprécie l'hospitalité et dit au revoir.

Salieron de la casa entre rejas y finalmente sintió un camino pacífico, aunque no tenía idea de donde irían para empezar -Vegetta, te invito a un café, te ves agotado.

Sus cejas temblaban, asintió en respuesta -Perdón por todo esto- dijo en voz baja y con un tono quebradizo, staxx se apresuró y alzó una de sus manos queriendo tocar su rostro cabizbajo pero no lo hizo, bajó el brazo cubriendo los hombros contrarios.

-No tienes que pedirme perdón por todo, vegetta.

-Pero, pero lo arruiné, yo provoque a ese alfa y quise ganarme una golpiza, yo fui el distraído que terminó manchado en la camiseta y fui yo el que estoy usando tu traje para disimular lo desarreglado que estoy, y encima de todo eso voy corriendo a tus brazos en medio del trabajo- staxx estaba ligeramente ruborizado, suspiró de forma lenta.

-Yo, yo no soy bueno con las relaciones interpersonales, pero no me molesta que me abraces, solo había mucho que procesar- pasaron por un pequeño puente que pertenecía al lago de los deseos de la ciudad.

-Mi vida se resume al trabajo laboral, es para lo único que soy bueno y vamos, nunca he perdido un caso, pero no me entrometó con la gente porque no me interesa participar de la socialidad, pocas veces tengo estos abrazos o pedidos de ayuda porque decido no confiar en nadie, y nadie confiar en mi.

-Si te tengo esté "capricho" de salir conmigo, ir a mi casa o distraerme del trabajo por más de 3 segundos es porque, creo que eres diferente a los demás y nadie merece todo lo que estas pasando, además, la próxima vez que vea a ese alfa lo llevaré a la cárcel por meterse con mi amigo.

Nunca se sintió mejor, cuando fue llamado por ese apodo, pero no entendía lo agridulce, lo ignoró limpiando sus mocos y a la par limpiando sus lágrimas -gracias, prometo no defraudarte en ser tu amigo.

Sonrieron soltando pequeñas risitas torpes -Perdón por...- staxx cubrió su boca y acercaba su rostro lo suficientemente cerca, aun tenía esa sonrisa egocéntrica que revolvía el estómago del beta.

ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora