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El despertador empezó a sonar en la cabeza de Nishimura, ese sonido lo estaba desesperando. Lo extraño era que ese no era el tono de su alarma, procedió a sentarse en la cama, aún sin poder abrir adecuadamente sus ojos a causa de la luz.

- ¿Que hora es? - hablo para si mismo en un tono bastante bajo - ¿Donde estas, maldita? - se refería a la alarma que no lo dejó dormir por más tiempo, empezó a moverse por la cama tratando de buscarla.

-Ya despertaste.

Escucho a penas abrieron la puerta de la habitación, reconoció esa voz de inmediato.

- ¿Sunoo? Por favor apaga esa alarma, me va a explotar la cabeza - Riki rogaba para que quitaran ese feo ruido y pudiera escuchar la voz de Kim a gusto.

- Oh sí, perdón.

Sunoo se acercó a la cama y levanto una de las dos almohadas encontrándose con su celular, apagando de inmediato el celular.

- Ya hize el desayuno, perdon si no te gusta, pero es que nunca cocino pero tampoco quería que despertaras con hambre - Sunoo mostro una pequeña sonrisa.

- Si lo hiciste tu, obvió me va a gustar - Riki se lanzó a abrazar a Sunoo, le pareció el mejor detalle que han tenido con él.

Nishimura se había quedado a dormir en el departamento de Kim, durmieron juntos, pero claro, no pasó nada más que besos y caricias. Solo esperaba que cuando llegará a casa su madre no lo regañara.
No lo había notado, Sunoo tenía una especie de pijama que no era tan pijama, era un buzo morado y la pantaloneta de la escuela, le dio mucha gracia ese detalle.

- Toma - Kim puso su plato en el comedor, era avena de fresa en un vaso de Mickey, fruta picada en un pequeño plato blanco y pancakes en un plato grande igual de blanco al pequeño.

- ¿Todo lo hiciste tú? - Riki preguntó después de tomar un sorbo de la avena.

- Sip, tuve que buscar un tutorial de como hacerlo, porque solo sabia cortar la fruta - ambos rieron ante su comentario.

- Creo que tendré que quedarme más veces - Kim lo miro con confusión - Para que desayunes y no te saltes las comidas.

- Claro, así sí como - Le emocionó tener la idea de desayunar con el joven en las mañanas, sería otro sueño cumplido.

- Tengo una duda.

- Dime

- ¿De donde sacas dinero para tus gastos? - Mientras comía el delicioso plato que le había preparado su amigo-novio, le género esa pregunta, el jamás vio que Sunoo trabajara en algún lugar ¿Que tal que haya comprado el desayuno con el único dinero que tuviera? Y solo por él.

- Vendo mis cuadros, me dan bastante dinero por ellos, jamás pensé que me dieran dinero por hacer lo que más me gusta.

Una de las tantas veces que Sunoo iba a pintar a un lago que quedaba cerca de su departamento, una hermosa mujer un tanto mayor le preguntó si estaba vendiendo los cuadros. El dinero que le había dado su madre ya se le estaba acabando, necesitaba urgentemente dinero para poder comer en la siguiente semana, así que sin pensarlo tanto, le dijo que sí. La mujer estaba satisfecha y deslumbrada con el talento del joven, ella preguntó por el precio de está, pero ni el sabia cuanto podía costar, así que le dijo que le diera lo que ella creía que debía de valer su cuadro. La mujer sin dudarlo saco un gran fajo de billetes y se lo dio sin dudarlo. La sorpresa de Kim fue bastante notoria y ante eso la mujer solo rió, le dijo unas hermosas palabras que jamás se le iban a olvidar, y además de eso, le prometió que en poco tiempo volvería a comprarle otra, así que tenia que hacerle otro cuadro. Sunoo sentía que estaba soñando, no podía creer que alguien gastará tanto dinero en sus pinturas. Y así fue como la mujer cada vez traía más personas para encargarle cuadros, pero sus clientes jamás le pidieron que pintara algo en específico, siempre le decían " Haz el cuadro que te plazca y traiga un significado para ti. Nada puede ser más hermoso que los cuadros que transmiten historias y sentimientos ".

Drawing | SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora