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El pasillo es largo y oscuro otra vez, se siente humedo, empiezo a ver una luz deslumbrante, definitivamente, estoy llegando al punto.

-Caleb, o mejor dicho, alma que vuelve al Origen, ven aquí. Igual tu, Carmina - nos dice una voz

-Ya vamos- contestamos al unisono

Y entonces veo al Ángel, Carmina y un viejo de barba blanca con unas llaves atadas al cinto de su túnica. Estamos en un espacio en blanco

-No eres Dios, ¿Verdad?- pregunto

-Atinaste, soy San Pedro

-No me dejarás entrar, ¿cierto?

-Primero debemos leerte la cartilla, acompáñame por aquí, que esta es la puerta al Cielo y cerca está el purgatorio.

San Pedro, el Ángel, Carmina y yo caminamos de nueva cuenta, solo hay estática y al fondo se ve fuego.

-Bueno, ¿Caleb Suárez, no? - pregunta San Pedro muy tranquilo.

-S-si

-Nacido en Oaxaca, en una sierra fría y nublada, llegaste al mundo terrenal dentro de un matrimonio lleno de mentiras, pero eso no es culpa tuya.

-¿Por qué hasta muerto sé todo esto?- digo agobiado

-Por que los vivos son humanos, débiles en su condición humana y pecadores. Continuemos... De pequeño mentiste al decir que no se te escapó la gallina, que no te comiste la última guayaba del frutero, que tenías ganas de ir a la escuela cuando te preguntaban si estabas entusiasmado tras las vacaciones...

-Tú sabes todo...

-No,eso si lo sabe Dios, yo tengo acceso a esto y las llaves. Le pegaste a un niño en preescolar, te daba flojera ir a cortar las frutas de los árboles, le tenías envidia por sus juguetes a tu vecino Gonzalo, querías acabarte todo el pan de la panadería, no te gustaba compartir, le tenías envidia al abanderado de la escolta aunque tú eras comandante, te gustaba esconder tu dinero para no invitar nada, te dolía dar limosna, fingias no saber cosas por flojera, mentias sobre tus sentimientos, tenías sueños lujuriosos con las chicas de la tele, tuviste malos tactos... Te gustaba ver cosas impuras en internet.

Trago saliva nerviosamente.

-E-es cierto...

-Es humano, pero no sé que opine Dios sobre esto. Mientras leo la cartilla de Carmina.

-Ay no puede ser- dice Carmina haciendo muecas.

-Ejem... Nacida en Oaxaca también, en la ciudad colonial. Llegaste al mundo terrenal en un matrimonio también lleno de mentiras, intereses y conveniencias. Tampoco es tu culpa pero de pequeña mentiste cuando rompiste una maceta del patio, y mentias sobre no tener un conejo en casa con tal de tenerlo. Mentiste al aceptar el trabajo que tú familia te encomendó, ya sabemos que nunca lo quisiste hacer, te involucraste en actos impuros por obvias razones e intentaste vengarte después de muerta de tu familia, es decir, o te desviaste del camino al purgatorio o algo pasó con tu Ángel a cargo...

-De acuerdo, de acuerdo, simplemente no quise volver cuando me dejó estar en mi funeral...- dice Carmina roja de la pura vergüenza.

-Bueno, ya me dirá Dios que final ha decidido para ustedes- dice San Pedro sonriendo.

De repente, la estática en la que estamos parados se convierte en una especie de pequeñas colinas y el sonido del vacío con ráfagas de aire se oye con un poco más de fuerza. Todo se torna en tonos rosados.

Se siente como si estuviéramos en un campo en medio de la nada. A lo lejos se oyen lamentos, tal vez sean las animas del purgatorio.

-¿Carmina?-  volteo a verla muy nervioso.

-Yo tampoco sé que está pasando- Carmina se oye asustada.

San Pedro desaparece al igual que el Ángel. Solo se oye una voz profunda:

-Carmina está perdonada, ya sufrió en vida cosas que una niña no debía sufrir, y vagar en la Tierra por intentar vengarse es bastante castigo .

-¿D-De verdad?- la voz de Carmina se oye quebrada. Sus ojos se llenan de lágrimas.- ¿No me iré al infierno?

-Tú no tuviste la culpa.

Dios no dice que hará conmigo y eso vuelve más tenso todo. No me atrevo a preguntar.

(La canción y el vídeo no me pertenecen, todos los derechos reservados a sus propietarios)

Las tres noches del conejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora