⏸️TENTACIÓN ITALIANA// THOMAS SHELBY

①⑥

THOMAS

Ya ha pasado un mes desde que la cagué. Llevo bebiendo y drogándome desde entonces. Ahora estoy en mi casa, la pequeña que tenía dentro del pueblo. 

Vivo con mi hijo Charlie, él también la extraña ya que le agarró mucho cariño, yo cada día me arrepiento más de lo que hice y las consecuencias que tuve pero aquí estoy. 

—Vaya... Tommy esto es una leonera— dice Ada entrando a mi habitación, no sé cómo lo ha hecho pero ahí está observando.

—¿A que vienes?— digo levantándome de la cama, de momento no voy borracho.

—Han matado diez personas de nuestros hombres— suelta sin más y yo la miro sin expresión.

—¿Quién-ha-sido?— digo enojado, ella se encoge de hombres ya que no lo sabe.— Llama a los chicos iremos al lugar de los hechos

Empezamos bien el día, voy a buscar a mis hermanos al Garrison y nos vamos al canal donde hay un círculo de cadáveres con una S en medio formándola  por dos personas muertas

—¿Esto que significa?— dice Arthur sorprendido, yo no sé que significa pero intuyo que la "S" es por nuestro apellido.

—La letra debe de ser por nuestro apellido, ¿queda alguien vivo?— pregunta John mirando a las casas pero están vacías, o eso se supone, saca su arma y dispara al aire— SI hay alguien aquí que salga inmediatamente— grita y salen dos mujeres

—Funcionó— digo sorprendido

—Fueron unos animales, entraron sin piedad en las casas se llevaron a todos los hombres que trabajaban para usted y los mataron delante de niños y de sus familias— eso me hizo enfadarme, los niños no tienen nada que ver en estas cosas.

—Los torturaron de la peor forma— habla la otra mujer y a la vista está, el suelo está de color rojo y huele a sangre.

—Encontraremos a los responsables y les haremos sufrir de la peor forma— les digo y les doy dinero para que puedan comprarse una casa fuera de ahí y así vivir una nueva vida.

—Mejor volvamos, ordenaré que los quemen— digo alejándome del lugar, llegamos al Garrison y entramos en la salita que tenemos para nosotros.

—Han hecho una discoteca a tres calles de aquí, cuenta con stripers tanto hombres como mujeres— dice John— parece que es un empresario extranjero

—No me había enterado.—digo fumando

—No has salido de la habitación— dice Arthur— olvídate de ella, la jodiste tu, pero ya vive de nuevo.

—No puedo— digo y ya no hablo más.

[...]

Como buenos gobernadores del pueblo vamos a ese nuevo local, al entrar muchas luces de colores que seguramente provengan de América o Asia. Grandes comercios de cosas exóticas. 

A lo lejos y con el suelo más elevado de lo normal está el jefe, un hombre con un traje azul oscuro que está abrazando a una chica de pelo marrón.

—¿Quién puede ser?—dice John y nosotros nos acercamos a esa zona para saber si han visto a los responsables de ese asesinato.

—No pueden pasar— dice un hombre musculoso, alto y grande— no tienen la autorización.

Y ahí la veo de nuevo, ella es la socia o la jefa de este local.