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Acomodó todos los libros y maquetas en la bodega, nuevamente un profesor le pidió su ayuda para dejar en su lugar los trabajos de sus alumnos y Hwang aceptó.
Cerró con candado la bodega y fue hacía el aula de profesores a buscarlo.

— Listo profesor, guardé todo — Le entregó la llave y sonrió.

— Perdón por pedirte otro favor, ¿puedes dejar estos documentos en el salón A15?

— Claro, voy a dejarlos — Asintió al agradecimiento del profesor, tomó el sobre amarillo y caminó hacía el aula que se encontraba en el tercer piso.

Subió las escaleras y entró al aula que estaba a lado, se percató que estaba solitaria pero no le tomó importancia, dejó la documentación sobre el escritorio.

Había tenido un día ocupado, estiró sus brazos adoloridos, su espalda lo mataba, lo bueno era que ya habían terminado sus clases y se iría pronto a casa.

Cerró su mochila y la acomodó entre sus hombros listo para irse.

El sonido de la puerta abriéndose lo sobresaltó, más cuando, se dió cuenta quién era el que estaba en el marco de la puerta parado mirándolo.

— JeongIn.

— Escapabas demasiado de mí — Cerró la puerta y se acercó al menor — ¿Podemos hablar?

— ¿De que quieres hablar? yo no tengo nada de que hablar contigo — Respondió Hwang molestó.

— Tenemos que hablar de muchas cosas, iniciemos en el tema de: ¿porque te alejaste de mí? — Era un hecho que el mayor no se iría de ahí hasta obtener respuestas — Estábamos bien y de un momento a otro nos separamos, no entiendo, ¿hice algo que te molestara?

Hyunjin bajó la mirada sin responder, iba a explotar y decir la verdad.

— No quiero hablar de eso, yo te pregunto, ¿porque vienes a buscarme sí lo nuestro se acabó? terminé con Eunji y tú estabas en algo con Yedam, no hay razón para que nos hablemos.

— ¿Yo estaba en algo con Yedam? — Preguntó confundido — Él era solo un amigo, sí noté sus intenciones y tal vez fue mi error que se ilusionara pero se me declaró y lo rechacé porque, solo me gustas tú.

¿Qué era lo que acababa de escuchar? juraba que había escuchado mal, sentía un nudo en la garganta.

— Sí, solo te gusto por el sexo que tuvimos.

— No, de eso no estoy hablando. Tú me gustas, románticamente.

— ¿Que broma estás jugando Yang JeongIn? esto no es divertido — Evitaba mirarlo a los ojos, sentía que lloraría que cualquier momento.

— No estoy jugando nada, de verdad, me gustas — Lo tomó de la mejilla haciendo que lo mirara — Me gustas desde hace tiempo, todas esas veces que te acaricié y te besé fueron significativas para mí — Acarició su mejilla marcando movimientos con la yema de sus dedos.

— JeongIn, también me gustas.

El peliazul asintió con una sonrisa a su confesión.

— ¿Entonces, nos gustamos ambos?

— Sí.

— ¿Te puedo besar? — La pregunta del mayor lo hizo reír.

— No tienes que pedir permiso, tonto — Y JeongIn sin más, junto los labios de ambo besándolo dulcemente.

Hyunjin había extrañado la sensación hermosa de besar a JeongIn, el sabor cereza distintivo del bálsamo del mayor volvió a probar.
Su corazón se aceleró más cuando Yang entrelazó su mano con la suya durante el beso.

Se separaron y ambos rieron como tontos enamorados.

Ahora Hyunjin no se quería despegar de JeongIn.
Tomados de la mano salieron caminando de la universidad, las cosas eran distintas, de ahora en adelante no esconderían su amor por el otro.

El pelinegro se quedaría en la casa del mayor esa noche.

Agapanthus (✿⁠) Jeongjin/HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora