taehyun te haría correrte con su muslo. quiero decir, ¿has visto el cuerpo de este hombre? creo que TODOS morirían por sentarse en su pierna musculosa y bien formada.
te avergonzaste completamente por preguntarle si podías montarte en su muslo, ya que temías que se riera de ti o algo así.
pero lejos de reírse, te sonrió de lado e inclinó su cuerpo sobre el sofá, mirándote con las cejas levantadas mientras se daba palmaditas en la pierna, invitándote a sentarte.
te mordiste el labio con fuerza mientras te acurrucabas en su regazo, apoyándote en sus hombros y evitando el contacto visual para que no viera tu cara totalmente roja.
taehyun levantó la pierna y la dejó caer con fuerza, haciéndote gemir de sorpresa. te acarició la espalda con suavidad y te indicó con la cabeza que te movieras.
cerrando los ojos y relamiéndote los labios comenzaste a moverte con cierta timidez, sintiendo cómo tu núcleo palpitaba contra su pierna.
la temperatura corporal subió bruscamente cuando tae decidió ayudarte moviendo su carne contra tu empapado centro, emitiendo sonidos húmedos y sucios.
le apretaste la camisa con los puños, acelerando el ritmo sin importarte el punzante dolor que sentías entre las piernas.
suspiraste y tragaste con fuerza cuando sus labios entraron en contacto con tu cálida piel, chupando y mordiendo ligeramente para asegurarse de hacer marcas oscuras en tus puntos más sensibles.
te agarraste a un puñado de su pelo mientras tu clímax sacudía tu vientre y tu punto dulce, obligándote a seguir moviéndote sobre su pierna como un perro.
taehyun te apretó el culo con fuerza y te inclinó hacia delante, obligándote a deslizarte y acomodarte encima de su creciente erección. casi sentías su punta pegajosa y dolorida justo en tu pobre clítoris desnudo e hinchado, moviéndose sin parar como si dependieras de él para vivir.
los leves suspiros y maldiciones que soltaban sus bonitos labios hicieron que todo en tu interior se convirtiera en un caos incontrolable, explotando como una bomba mortal.
tu orgasmo te golpeó con fuerza, nublando tu visión, cegándote y privándote de tus otros sentidos. el zumbido se hizo presente en tus oídos, casi dejándote sorda mientras intentabas hacer frente a tu altura sobre el material.
"aww, mi hermosa zorra me está manchando los pantalones, ¿no es así?" se reía de ti con un tono oscuro en la voz, ardiendo igual que tú "vamos, ensúciate conmigo, como la puta que eres".